En quince días, señor Vizcarra

El presidente de la República Martín Vizcarra, creyendo que la historia registrará su nombre como el gran reformador de la justicia y de la política peruana, apuró al Legislativo la aprobación de sus supuestas reformas constitucionales en un plazo de 15 días.

Así como el mandatario es machito con el Parlamento, así también debería serlo con el Tribunal Constitucional (TC). Debería exigirle que en 15 días anule el fallo (Expediente Nº 1124-2001-AA/TC) que permitió el crecimiento de los contratos laborales temporales y de trabajadores sin seguro médico y previsional, sin vacaciones, sin derecho a sindicalizarse y trabajando hasta como esclavos. Si Vizcarra en verdad ostenta la popularidad que señala la encuesta Datum, de 58%, debería mostrar su valentía al TC. Este fallo, enemigo de los trabajadores, agudiza la informalidad: 72% de la Población Económicamente Activa (PEA) sin representación en los foros laborales existentes. Nadie atiende a los ambulantes ni a los trabajadores temporales de las microempresas informales del país.

Vizcarra también debería ponerse machito con Walter Aduviri, gobernador de Puno, y exigirle que en 15 día retire la acción de amparo presentada por las autoridades de Puno ante el Poder Judicial, en contra del proyecto hídrico Paltiture. Esta acción impide que el agua del altiplano sea utilizada para la agricultura de la costa sur peruana. Del mismo modo, exigirle a su ministro del sector Minas (MEM), Francisco Ísmodes, que en quince días presente el proyecto de ley sobre el litio, que prometió el año pasado. El movimiento antiminero señala que por la falta de un marco jurídico no se puede explotar, transportar ni comercializar el litio de Puno, porque es un mineral asociado a los minerales radiactivos. Vizcarra además debería envalentonarse con los antimineros y exigirles que en quince días se rectifiquen por estar equivocados y porque, además, atentan contra los intereses peruanos.

Vizcarra debería ser machito con su ministro de Justicia, Vicente Zeballos, y pedirle que en 15 días renuncie al cargo. Zeballos es parte del sector marxista que pretende otra vez el Estado empresario en el país. Asimismo, el ministro velasquista presiona al Ministerio Publico (MP) y al Poder Judicial (PJ) para imponer un tratamiento diferenciado para los extorsionadores y los violentistas que bloquean las vías públicas y que detienen la actividad económica del país. Zeballos pretende que el sector Justicia perdone los delitos cometidos por la criminalidad organizada del sector antisistema y antidesarrollo.  

Vizcarra debería pedirles explicaciones en 15 días a los que contrataron por US$ 1.1 millones un estudio sobre el gasoducto del sur, ahora Sistema Integrado de Transporte de Gas (SIT GAS) que no sería factible ¡porque no hay reservas probadas de gas en Perú! Y no existe porque Vizcarra tampoco se pone machito exigiéndoles a los mismos funcionarios del Ejecutivo que en 15 días resuelvan el proyecto de la nueva Ley Orgánica de Hidrocarburos (LOH), estancado en el Congreso por culpa de su gestión. Existe un dictamen consensuado en el Congreso que el Ejecutivo ha observado, pretendiendo imponer inconstitucionalmente la participación del Estado en la exploración y explotación de hidrocarburos.

Si la mayoría está contenta con Vizcarra, esa mayoría debería exigirle al mandatario que en 15 días explique al país por qué el 0.02% de crecimiento de la producción, y el crecimiento de la inflación a 2.73% en mayo último. Además, exigirle que en 15 días deje de gobernar en favor den los bolivianos y ecuatorianos. Perú importa de Ecuador 150,000 barriles de petróleo, que representa el 75% de la demanda nacional. Perú importará gas de Bolivia por la falta de exploraciones peruanas. La importación de petróleo ecuatoriano y de gas boliviano no genera trabajo ni canon para el país.

¡Bien, señor Vizcarra, las mayorías bolivianas y ecuatorianas también le otorgan simpatías!