De tucos y malcriados

El ministro de Trabajo, Iber Maraví no quiere irse. Espera que el Congreso de la República lo despida. “¿Por qué tendría que renunciar si el gobierno de Castillo es nuestro gobierno?”, sería su razonamiento.

Recordemos que durante la huelga de profesores 2017, por directivas del Movadef –brazo político de Sendero Luminoso– los docentes se unen al profesor chotano y radicalizan las protestas oponiéndose a la Ley de Reforma Educativa, que promueve el mérito en los colegios públicos. La vinculación de Castillo con los tucos –así eran conocidos los terroristas en los años ochenta y noventa– no es noticia nueva. Para José Luis Gil Becerra, ex director de inteligencia y experto en Sendero Luminoso, muchas evidencias relacionan a Castillo con los seguidores de Abimael Guzmán. Pruebas a la vista: la prioridad de Maraví en el Ministerio de Trabajo fue el reconocimiento de la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación (Fenate), el sindicato maoísta organizado por el ahora presidente.     

El diario La República, vocero oficioso de la izquierda durante la campaña electoral, advierte que Maraví miente y presenta documentos que lo involucran con los cumpas (tucos). La suerte del ministro debería estar echada; sin embargo, el presidente Castillo se mantiene en silencio. Calla y otorga. Pone el pecho por el mando terrorista. Por versiones y atestado policial, Maraví fue senderista de primera generación en Ayacucho, entre 1980 y 1981. 

El tiempo apura a los seguidores del marxismo extremista. La acumulación de fuerzas y poder no es tarea de un día. El copamiento de las instituciones públicas es un proceso. Los estrategas comunistas siguen adelante con su ruta paso a paso hasta alcanzar, sin desviaciones, la victoria final. Por la elección de Castillo, después de 20 años cae la calificación crediticia, y eso pone al país en una situación que espanta a las inversiones y encarece los créditos de todo orden. ¿A quién favorece este deterioro económico? No a otro sino a Maraví, Bellido, Castillo, Cerrón y dirigentes en la clandestinidad, en donde mejor se mueve el senderismo. Harán todo lo posible para demoler las libertades y el sistema de mercados abiertos para imponer uno socialista.   

El Gabinete Bellido es el fruto de esa estrategia. Conformado para evaluar la capacidad de respuesta de la oposición y medir su magnitud e influencia en la población. Ideado para distraer y ganar tiempo. No obstante, obtuvo la confianza del Congreso por amplio margen. Ilusos quienes votaron en favor de los investigados por sus vínculos con Sendero Luminoso. 

La oposición persevera y le pisa los talones al comunismo en el Parlamento y la calle. El libreto senderista en desarrollo puede quedar trunco. ¿El Gobierno se debilita debido a la subida del dólar, los precios altos de los alimentos y el background senderista y delincuencial de algunos ministros y funcionarios públicos nombrados por el Ejecutivo? Lo sabremos pronto. 

Finalmente, rechazamos a los personajes que se lucen en desconcertantes atrevimientos fuera de lugar. Los típicos machos acriollados. Se les da la mano y se van hasta el codo. Incapaces de diferenciar los espacios privados de los públicos, de los amigos que soportan las majaderías de los interlocutores y público que merecen respeto. El rigor de las buenas maneras –que diferencia a las personas no por su raza, sexo, credo o condición social–, no es observado por los aventureros que están asumiendo cargos públicos de importancia. Mal ejemplo para la población. Abusando del cargo, hacen y dicen lo que les da la gana sin consideraciones ni mesura, sin la responsabilidad de mantener las formas de la investidura. Así, cualquier versión que los señale es creíble sin la menor duda.