Martín Taype
Caída de las expectativas empresariales
En un contexto de inestabilidad política interna

Como todos sabemos, denominamos "expectativas" a las previsiones que los agentes realizan sobre la magnitud en el futuro de las variables económicas. El comportamiento de los agentes dependerá, por lo tanto, de cuáles sean sus expectativas. Si bien, los diversos indicadores macroeconómicos pueden variar en un periodo de tiempo a raíz de las expectativas, su impacto en la marcha de la economía de un país tomará relevancia y sostenibilidad en el tiempo, si las expectativas se transforman en hechos concretos. Hechos como una errática política económica de un Estado o la inestabilidad política, entre otros factores internos, o la influencia negativa de factores económicos y geopolíticos externos. Para efectos prácticos de lo expuesto veamos la situación actual de las expectativas empresariales en el Perú.
Según la última Encuesta Mensual de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), publicadas en las Notas de Estudio del BCRP N° 47 (del pasado 4 de julio del año en curso), casi todos los indicadores de expectativas cayeron en el mes de junio con respecto a mayo de este año. El índice de la economía a tres meses cayó de 52.9 a 49.8 puntos, el índice sobre la economía a 12 meses cayó de 62.8 a 59.4 puntos, el índice del sector a tres meses cayó de 56.3 a 54.4 puntos, el del sector a 12 meses cayó de 65.1 a 62.4 puntos, el de la situación de su empresa a tres meses subió de 59.6 a 59.8 puntos, el de la situación de su empresa a 12 meses cayó de 70.6 a 69.0 puntos, el de la demanda de sus productos a tres meses cayó de 61.3 a 59.2 puntos, el de la demanda de sus productos a 12 meses cayó de 71.4 a 67.8 puntos, el de contratación de personal a tres meses cayó de 50.2 a 48.9 puntos y, por último, el de contratación de personal a 12 meses cayó de 56.9 a 53.9 puntos.
Considero que los resultados de la citada encuesta no hacen otra cosa que confirmar la agudización de la caída de las expectativas empresariales; y que esta caída básicamente es fruto del contexto interno que sigue golpeando a nuestro país, como los conflictos sociales, las denuncias de corrupción difundidas constantemente por los medios de prensa, el alto nivel de inseguridad ciudadana y las trabas burocráticas. Todo ello se suma a un difícil contexto económico y geopolítico externo, en el que la guerra comercial entre Estados Unidos y China —que pareció bajar de nivel luego de la cumbre G20— se mantiene, así como las tensiones militares entre Estados Unidos y Rusia, China, Siria, Irán, Corea del Norte, entre otras potencias militares a nivel mundial. El resultado son las expectativas negativas que se han reflejado en la última Encuesta Mensual de Expectativas Macroeconómicas, y que vienen afectando las expectativas empresariales. Esto a su vez puede influir negativamente en algunos indicadores de nuestra economía y en el comportamiento de los inversionistas, tanto locales como extranjeros, durante lo que resta de este año.
En tal sentido, es fundamental que se tomen acciones inmediatas para cambiar esta situación y mejorar las expectativas empresariales. El Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial deben tomar con firmeza las medidas correspondientes —en el ámbito de sus competencias— para combatir eficiente y eficazmente los citados problemas internos que golpean a nuestro país, respetando el marco constitucional. Y en el aspecto económico, el Poder Ejecutivo debe liderar la promoción de la diversificación de nuestra oferta exportable, especialmente de productos no tradicionales y terminados. Todo ello para no depender mucho de los precios internacionales de los minerales y otros productos primarios, que son la base actual de nuestras exportaciones y que resultan vulnerables a los vaivenes de los mercados internacionales, debido al difícil contexto geopolítico mundial en el que nos encontramos.
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