Editorial Política

¡Los efectos devastadores del fracaso de la descentralización!

Las regiones más pobres con más carencia de infraestructuras básicas

¡Los efectos devastadores del fracaso de la descentralización!
  • 04 de marzo del 2025

 

De alguna manera el modelo económico que, desde tres décadas atrás, posibilitó cuadruplicar el PBI y reducir la pobreza del 60% de la población a 20% antes de la pandemia (después del gobierno de Pedro Castillo este flagelo aumentó a casi 30%) está asociado al fracaso general del Estado. Reduciendo el análisis, cualquiera podría sostener que, desde las reformas de los noventa, el Perú no alcanzó el desarrollo porque no surgió un nuevo modelo de Estado.

El fracaso del Estado está directamente vinculado al fracaso de la regionalización y la descentralización en el Perú. Cualquiera sea el análisis del sector que se desarrolle, el fracaso de la descentralización es incuestionable: el avance de la minería ilegal, la falta de provisión de servicios de agua potable, de sistemas de desagüe, de buenas escuelas y postas médicas, la falta de carreteras, puentes, etcétera tienen que ver con el fracaso de la descentralización.

El presupuesto del Estado consume alrededor de un tercio del PBI nacional, que suma alrededor de US$ 260,000 millones (considerando la inflación estadounidense), una cantidad gigantesca para una economía de ingreso medio, que nos llevaría a hablar de una especie de “estado de bienestar” en una sociedad en donde uno de cada tres peruanos es pobre.

¿Cómo se expresa este fracaso? Por ejemplo, según el Plan de Competitividad del 2019 el déficit en infraestructuras básicas –a cargo de los gobiernos regionales– era de S/ 117,000 millones. Sin embargo, entre el 2019 y el 2023 se gastaron S/ 195,000 millones; es decir, una suma que representa más del 160% del déficit total. No obstante, el déficit de agua potable se incrementó en 1%, de los sistemas de desagüe en 0.5%, el 96% de los centros educativos y el 97% de las postas médicas están en estado precario y el 85% de la red vial no está pavimentada.

En otras palabras, sobran los recursos fiscales que tributa el sector privado, pero los gobiernos subnacionales son incapaces de desarrollar buenas inversiones y proveer servicios. El año pasado la minería aportó, por ejemplo, más de S/ 8,000 millones en canon, pero no hay obra.

La falta de agua potable, de alcantarillado, de escuelas, de postas médicas, de carreteras e, incluso, de electrificación es otra de las causas fundamentales de la informalidad en el país. Las regiones más pobres –como Cajamarca, Puno, Ayacucho y Huánuco– tienen entre 80% y 90% de informalidad. Una verdadera tragedia.

La informalidad, pues, no solo proviene de la burocratización general del Estado y los altos costos de la legalidad, sino también de la ausencia general de infraestructuras básicas en las regiones.

La caótica descentralización, por otro lado, ha levantado una marea de corrupción e irregularidades de la administración pública porque las autoridades subnacionales contratan con empresas pequeñas, casi de corte familiar, para desarrollar la inversión en infraestructuras básicas. Allí están los resultados.

Semejante situación es otra de las causas de la destrucción del sistema político en el país, porque los políticos y movimientos regionales para acceder al presupuesto nacional de la república no necesitan integrar los partidos nacionales tal como, por ejemplo, sucedía en el siglo pasado.

De esta manera todos los yerros de las regiones, todo el sistema de corrupción e irregularidades en los gobiernos subnacionales ha creado un sistema perverso que también funciona desde abajo hacia arriba, ante el evidente fracaso y descrédito de los movimientos nacionales. En este contexto, casi todos los movimientos regionales quieren tener una lógica propia nacional y se crea el actual sistema de balcanización de la política.

Por todas estas consideraciones, en las próximas elecciones nacionales del 2026 uno de los temas centrales de la agenda debe ser cómo se restablece la unidad nacional del Estado, cómo se relanza una descentralización en la que los criterios de eficiencia y profesionalismo en la elaboración y gestión de los proyectos impulse a contratar la inversión en infraestructuras básicas, no con las empresas de los familiares del alcalde, sino con grandes compañías de talla mundial.

  • 04 de marzo del 2025

NOTICIAS RELACIONADAS >

¡Dos derechas en la segunda vuelta para relanzar el Perú!

Editorial Política

¡Dos derechas en la segunda vuelta para relanzar el Perú!

  Una de las causas de la crisis nacional reside en que el princ...

06 de marzo
Como en Bolivia, se eliminó “mestizo” del censo de población

Editorial Política

Como en Bolivia, se eliminó “mestizo” del censo de población

  El presidente del Instituto Nacional de Estadística (IN...

04 de marzo
El Estado fallido que debemos evitar en el 2026

Editorial Política

El Estado fallido que debemos evitar en el 2026

  El avance de la ola criminal, la lentitud de las fuerzas de se...

25 de febrero

COMENTARIOS