Editorial Política

Como en Bolivia, se eliminó “mestizo” del censo de población

Estrategia que revela que el wokismo no es inofensivo, como creen algunos

Como en Bolivia, se eliminó “mestizo” del censo de población
  • 04 de marzo del 2025

 

El presidente del Instituto Nacional de Estadística (INEI), Gaspar Morán, continúa en silencio frente a las protestas de un sector del país debido a que en las preguntas del Censo Nacional de Población del 2025 se han eliminado las definiciones de mestizo y blanco. En otras palabras, más de dos tercios de peruanos –identificados así en los últimos censos y encuestas– no podrán declararse mestizo porque el señor Morán utiliza el INEI para desarrollar su propia guerra ideológica y cultural. Si el presidente del INEI pretende imponer su ideología debería formar su propio partido o integrarse a un movimiento del eje bolivariano, pero de ninguna manera utilizar el Estado para manipular la percepción histórica de la peruanidad.

Por otro lado también se ha eliminado la definición de indígena, con el objeto de que los ciudadanos se definan como quechuas o aimaras; es decir, se utiliza lenguas nacionales para establecer una definición étnica (el concepto general de lo indígena). Si ese fuese el caso, los peruanos, los argentinos y los chilenos tendríamos una única definición étnica por el predominio del español. Una verdadera locura y despropósito.

¿De dónde viene este intento de manipular la encuesta de población con el objeto de inflar el concepto del “pueblo originario”? Es incuestionable que en las sociedades con presencia indígena el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla vienen alentando la sobrevaloración de lo indígena o de los llamados pueblos originarios con el objeto de avanzar hacia un sistema de democracia identitaria, en reemplazo de la democracia representativa basada en un ciudadano un voto. En la democracia identitaria las etnias, los llamados pueblos originarios y las minorías sexuales (LGTB) deben tener una representación especial, corporativa, de manera tal que el voto de estos sectores tenga más valor que el voto de los ciudadanos en general.

Bajo esta ofensiva ideológica, en Bolivia se creó una república plurinacional de 36 naciones, sobre todo, a través de la eliminación del concepto de mestizo en los dos últimos censos nacionales. Hoy en el país altiplánico el Movimiento al Socialismo (MAS) ha organizado una dictadura que persigue y encarcela a los opositores en base a la representación especial de las 36 entelequias que son llamadas naciones. Durante la primera convención constituyente en Chile, igualmente, se pretendió crear “una república plurinacional con equidad de género” en base a la sobrevaloración de los pueblos originarios que, en el país del sur, son casi inexistentes. Felizmente los chilenos rechazaron masivamente el mamotreto constitucional que pretendía combinar sistema soviético con posmodernidad. Vale recordar que Pedro Castillo también intentó perpetrar un golpe de Estado en base a la propuesta de “república plurinacional con equidad de género”.

En el Perú el llamado wokismo, que se alinea con los partidos del eje bolivariano en este delicado asunto, ya ha logrado convertir a las comunidades campesinas en “pueblos originarios” con el objeto de sustraer a estas entidades del imperio de la Constitución y las leyes nacionales. Las comunidades campesinas convertidas en pueblos originarios, pese a ser las mayores expresiones del mestizaje nacional, están bajo la tutela del Convenio 169 de la OIT, que otorga derecho a la consulta previa frente a cualquier tipo de inversión empresarial. De esta manera, el 80% de los proyectos de cobre del Perú –que están sobre los 3,000 metros sobre el nivel del mar– debe pasar por una consulta previa.

Es evidente, pues, que el wokismo –que algunos confundidos consideran inofensivo– ha creado una herramienta poderosa para detener los proyectos mineros y el capitalismo en el Perú.

Por todas estas consideraciones, nadie entiende por qué el Ejecutivo, el Congreso, los partidos y los medios no han tomado carta en este asunto, exigiendo que se modifiquen las preguntas que pretende plantear el presidente del INEI en el próximo censo nacional. En otro país, con más identidad ideológica democrática, menos erosionada por el wokismo, el señor Gaspar Morán ya no estaría en el cargo.

  • 04 de marzo del 2025

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