Petróleo, la lotería en Ecuador

Entrevista a Guillermo Lasso, líder demócrata ecuatoriano.                                                                                                                                 El político liberal y empresario ecuatoriano Guillermo Lasso, líder del partido Creando Oportunidades (CREO), segundo en las elecciones presidenciales del 2013, con el 25% de la votación nacional, estuvo de visita en el Perú, invitado por la Universidad San Ignacio de Loyola, y brindó la siguiente entrevista a El Montonero. ¿Es cierto que en Ecuador han logrado convivir el autoritarismo político y la economía de mercado? En Ecuador se vive es una restricción de las libertades, a la de expresión por ejemplo. En ningún régimen democrático se justifica una ley de comunicaciones como la del Ecuador, que limita la libertad de expresión, impone la autocensura por miedo a la ley. Hablamos de restricciones a la plena vigencia de la democracia. ¿Hay en ecuador una disposición favorable a las inversiones privadas, como afirman algunos? Yo diría que hay más inversión estatal que privada. En cuanto a la inversión privada, la extranjera es muy escasa. Hablamos de valores de 500 millones de dólares al año, comparados con 7,000 millones en Perú, 14,000 millones en Colombia. Incluso mucho menos que Bolivia. Es una de las mayores carencias de la economía ecuatoriana. ¿Cómo interpreta el hecho de que el autoritarismo se ha entronizado hoy en el Ecuador? Eso es ir contra la corriente, porque mientras hoy en día los Papas renuncian y los reyes abdican, es inadmisible que un presidente democrático plantee la reelección indefinida. ¿No hay en Ecuador un problema de debilidad institucional que favorece al autoritarismo? Lo que hay es un problema de excesiva ambición de poder de un movimiento político cuyo proyecto no ha calado en la población. Lo que caló fue una persona, por eso hoy buscan hacer un ajuste a la Constitución, cual traje a la medida. Eso no es democracia, democracia es alternancia en el poder. ¿Cuál es la respuesta de la sociedad ecuatoriana ante el proyecto autoritario? La sociedad lo rechaza, por eso han tomado el atajo de la enmienda constitucional a través de la Asamblea Nacional. Tienen miedo de ir a una consulta popular, miedo de enfrentar al pueblo, quien es el que debería tomar la decisión respecto de ese y de otros temas trascendentales para la democracia Correa había anunciado que no iría a la reelección ¿Qué lo hizo cambiar de opinión? El 20 de enero último el presidente Correa declaró que “sería un gran daño considerar tan indispensable a una persona que haya que enmendar la Constitución y alterar las reglas de juego”. Y el 24 de mayo, cuatro meses después, él apoya esa enmienda, es decir apoya el gran daño que definió como alterar las reglas de juego. ¿Por qué? Porque vieron que no van a ganar las elecciones sin Correa. Somos otros los que tenemos esa opción. ¿Usted quedó segundo en las elecciones presidenciales anteriores? Sí, quedé en segundo lugar, pero ahora las encuestas determinan que estaría en primer lugar. Por eso Rafael Correa dice ahora “yo me quedo”. Esto confirma que es un proyecto personal, no institucional. Y claro, pretenden hoy acabar con la alternancia en el poder. Una característica de los proyectos bolivarianos es su aversión a los partidos políticos, ¿cómo es en el Ecuador? Se abusa del lenguaje violento para desprestigiar a sectores de la sociedad, pero es imposible concebir la política sin partidos, como la medicina sin médicos y las escuelas sin maestros. El presidente Correa, al referirse al pasado, dice la “partidocracia”. Pero resulta que a ésta la ha sustituido el mayor ícono de la nueva política, que es Alianza País, la “movimientocracia”. De algún modo es la misma apetencia desmesurada de poder que llevó al descrédito a los partidos, y que puede llevar al prestigio a un movimiento que, hay que reconocer, ha tenido éxito, pero que empieza su decadencia cuando comienza a ajustar la Constitución a su medida. ¿En qué medida el autoritarismo político ha dañado el avance económico del Ecuador? En la medida que se restrinjan las libertades y se disminuya la calidad de la democracia , en el mediano o largo plazo veremos afectada la prosperidad de los ecuatorianos. Prosperidad no es una bonanza basada en los altos precios del petróleo. Sin democracia ni libertad no se puede sentar las bases de un crecimiento sólido que permita al Ecuador aprovechar de un mundo más allá del petróleo. No obstante, hay cifras que nos dicen que el Ecuador está reduciendo la pobreza, crece en promedio algo más de 3%. Ecuador vive hoy una crisis de la abundancia, que es igual a cuando en una familia que vive de su sueldo se saca la lotería. Entonces cambian de auto, de ropa, viajan, invitan a los amigos, etc. Y claro, ese tren de vida lo podrán sostener mientras dure el dinero de la lotería, cuando se acabe volverán a su realidad. En el Ecuador la lotería es el alto precio del petróleo. Ya lo vivimos en los 70´, con otro festín del petróleo y del endeudamiento público. Después vino la crisis de la escasez cuando, cayeron los precios, y nos dimos cuenta que habíamos vivido una ficción. ¿Cómo ve usted el futuro económico de su país? Veo un gran futuro económico, pero para construirlo es necesario fijar bases sólidas, y para eso es necesario la diversificación de nuestra economía, que ésta se modernice y se conecte al mundo. Yo he dicho - y no me cansaré de repetir - más Ecuador en el mundo y más inversión del mundo en el Ecuador. Y no es una receta que no sepamos cuales son los resultados, ahí tenemos el caso peruano. Perú es hoy líder en exportación de espárragos, de pimiento piquillo, hay una gran inversión extranjera y esa inversión genera empleo de calidad y que permite una movilidad social de la clase popular a la clase media. Todo esto, de ninguna manera puede ser atribuible a un solo producto en particular, ni a un precio en particular.