La educación pública nuevamente toca fondo

¿Por qué el actual gobierno ha frenado la reforma educativa que empezó el anterior? Todo indica que lo hace por privilegiar su compromiso político-electoral con el SUTEP. Mientras, el pueblo sigue recibiendo una educación de mala calidad.                                     

La mala calidad de la educación pública sigue siendo uno de los principales obstáculos para el futuro y el desarrollo. El último reporte de competitividad del Foro Económico Mundial (WEF 2013-2014) señala respecto al Perú que “la mala calidad de la educación ha generado una brecha profunda de habilidades en la economía”. Y en el índice global WEF de Competitividad Educativa, el Perú ocupa el puesto 134 entre 148 países, casi tocando fondo.

El mismo índice precisa que en calidad de educación primaria hemos descendido del puesto 91 al 92, y en educación superior del puesto 80 al 86. No sería serio culpar al actual gobierno de la postración en que se encuentra nuestra educación pública, una crisis estructural que los últimos gobiernos no han enfrentado a cabalidad, pero sí es evidente que el actual régimen ha interrumpido la reforma educativa del 2007, que instituyó una nueva carrera magisterial basada en la capacitación y evaluación permanente de maestros, es decir en el mérito.

Del 2007 y el 2011, el estado capacitó e incorporó a la carrera magisterial a unos 60,000 maestros que aprobaron una evaluación rigurosa y exigente, con resultados tangibles, pues el nivel de aprendizaje escolar aumentó de 15.9% a 23.1% en Comunicación, y de 7.2% a 13.5% en Matemática, según las evaluaciones censales 2010 del sector Educación.

Si se hubiese mantenido esa dinámica, en los últimos tres años el país tendría hoy al menos 120,000 maestros bien capacitados al servicio de los niños de los sectores económicos más desfavorecidos, quienes habrían mejorado su nivel de aprendizaje. Sin embargo, tras frenarse la reforma nuestra educación pública se ha quedado otra vez entrampada en la mediocridad.

Los problemas de la crisis educativa acumuladas en las últimas décadas tienen resultados: En la prueba PISA 2013 - de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que mide el aprendizaje de los escolares de 15 años -, el Perú ocupó el último lugar en Matemática y Comprensión Lectora, entre 65 países.

¿Por qué el actual gobierno desmontó la reforma iniciada en el anterior? Todo indica que primó el compromiso político del gobierno con el SUTEP, que apoyó su campaña electoral a cambio de que se eliminara la Carrera Pública Magisterial. La presión ciudadana obligó al gobierno a retomar los criterios meritocráticos para la evaluación y promoción docente, pero al final siguió imponiéndose el SUTEP, pues la nueva ley tampoco se aplica.

En medio de este triste panorama, algunas regiones están logrando mejorar el rendimiento escolar aplicando recetas innovadoras dignas de ser imitadas a nivel nacional. Moquegua, por ejemplo, elevó el nivel de comprensión lectora de 28% a 64% entre el 2007 y el 2013, y en matemática de 13% a 43%. Y Amazonas mejoró el rendimiento de sus alumnos en matemáticas de 13% a 24% entre el 2012 y el 2013.

Ambas experiencias deben servir de ejemplo al gobierno nacional, para que cumpla su mayor promesa: La inclusión social, que jamás podrá cumplir mientras los pobres sigan condenados a recibir una educación de mala calidad.