Algunos días después de la APEC, poco a poco, el Per&uac...
El proyecto hídrico Majes Siguas II es crucial para el desarrollo agrícola y económico, no solo de Arequipa, sino de todo el país. Sin embargo, tras décadas de gestiones, ha enfrentado diversos problemas que han retrasado su ejecución. En los últimos meses, varias iniciativas buscaron reactivarlo, pero hasta el momento todas han fracasado. En julio de este año, el Consejo Regional de Arequipa (CRA) aprobó la transferencia del proyecto al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), decisión respaldada por el Gobierno Regional de Arequipa (GORE) y la Autoridad Autónoma de Majes (Autodema). No obstante, dos meses después, se produjo un cambio significativo cuando el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, propuso un acuerdo de Gobierno a Gobierno (G2G) con Canadá para finalizar la construcción, replicando el modelo implementado en el proyecto Chavimochic III, en La Libertad.
El impacto de Majes Siguas II será notable en términos de desarrollo económico, expansión agrícola y creación de empleo. Se proyecta la habilitación de 40,000 nuevas hectáreas de tierras cultivables, con una inversión total de S/ 7,730 millones, además de la generación de energía hidroeléctrica a través de las centrales Lluta y Lluclla. En la fase de construcción, se espera la creación de 83,000 empleos, directos e indirectos, y a largo plazo, el proyecto podría generar más de 80,000 puestos de trabajo en la producción de frutas y hortalizas de alta calidad, lo que reforzará la economía regional y contribuirá a la seguridad alimentaria.
Los beneficios de Majes Siguas II no se limitan solo al incremento en la producción agrícola; también se prevé un impacto económico significativo para Arequipa. La expansión de tierras cultivables incrementará la competitividad de Perú en el mercado agroexportador, con énfasis en productos como frutas y hortalizas de alta calidad. Esto permitirá que la región se consolide como un actor clave en las exportaciones agrícolas, con un impacto económico a largo plazo estimado en S/ 4,300 millones. Además, el proyecto contribuirá a la seguridad alimentaria y abrirá nuevas oportunidades laborales en el sector.
La asignación de las nuevas tierras será un factor crucial para el éxito del proyecto. Se distribuirán en parcelas de más de 200 hectáreas con el objetivo de atraer inversión y promover la adopción de tecnologías avanzadas que impulsen cadenas agroexportadoras. Este enfoque permitirá un uso eficiente de los recursos hídricos y expandirá significativamente la producción destinada a la exportación, consolidando a Perú como un líder global en agroexportaciones.
No obstante, para maximizar el potencial de Majes Siguas II, es fundamental establecer un marco legal que incentive la inversión en el sector agrícola. La ausencia de una Ley de Promoción Agraria, derogada durante el gobierno provisional de Francisco Sagasti, representa un desafío considerable. Esta ley ofrecía incentivos tributarios y laborales que promueven la inversión en cultivos de alta rentabilidad, como paltas, cítricos y arándanos, que requieren largos periodos para generar ganancias. Un nuevo marco legal es esencial para atraer inversión y garantizar la sostenibilidad y competitividad del sector agroexportador peruano.
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