Aldo Lorenzzi
Trump vuelve al poder
¿Qué factores le permitieron regresar a la Casa Blanca?
El 5 de noviembre ha sido un día crucial para la democracia en los Estados Unidos. Además de elegir entre dos candidatos con características distintivas, los votantes norteamericanos optaron por el modelo propuesto por Donald Trump. Esta victoria no solo le otorgó la presidencia, sino también una mayoría en ambas cámaras del Congreso, consolidando el control de su partido sobre el gobierno federal.
¿Qué factores beneficiaron a Trump en esta elección para regresar a la Casa Blanca? A pesar de la intensa campaña en su contra, e incluso de los atentados contra su vida, su regreso subraya una lección clave en política: nunca se puede dar a nadie por “muerto” políticamente. El caso de Trump es ejemplar; tras su salida en 2020, regresa ahora como el cuadragésimo séptimo presidente de los Estados Unidos, demostrando su capacidad de resiliencia y su continuo respaldo popular.
La reciente campaña en Estados Unidos ha sido particularmente volátil, con pocos enfoques en propuestas concretas de ambos candidatos y marcada por episodios que no respondieron a las expectativas del electorado. En lugar de un debate de ideas, la contienda estuvo llena de momentos que desviaron la atención de los temas realmente importantes para los votantes.
La campaña se caracterizó por una notable ausencia de debates; solo se llevaron a cabo dos confrontaciones: una entre Trump y Biden, y otra entre el multimillonario y Kamala Harris. Esta falta de debates favoreció la campaña del candidato republicano. Además, los atentados contra su vida fortalecieron su imagen de resiliencia, construyendo al líder que muchos estadounidenses deseaban como su presidente número 47.
Durante la campaña, se abordaron diversos temas clave. Trump destacó propuestas sobre seguridad ciudadana, mejoras económicas y apoyo a empresarios, posicionando estos temas de manera clara en la agenda. Por su parte, los demócratas, con Kamala Harris como candidata, centraron su mensaje en la igualdad de género, el control federal de precios de productos de consumo masivo, la legalización de derechos reproductivos de la mujer (incluido el “aborto legal”) y apelaron al miedo hacia una posible victoria republicana, especialmente entre los votantes latinos. Sin embargo, muchos de estos temas no resonaron con el electorado estadounidense e hispano.
La gestión económica de Biden inclinó la balanza electoral hacia una administración republicana. En los últimos cuatro años, la inflación alcanzó niveles no vistos en 40 años, la migración aumentó de forma descontrolada y la inseguridad ciudadana creció, entre otros problemas que afectan gravemente a uno de los países más poderosos del mundo.
El intento de los demócratas por sembrar miedo en las comunidades hispanas no afectó la victoria del magnate, quien quedó libre de cuestionamientos significativos. Esto fue un factor importante tanto para su partido como para él personalmente. Este resultado también podría señalar un debilitamiento de la cultura “woke” y del socialismo que han adoptado varios países de la región, además de renovar la esperanza de que conservadores y liberales retomen espacios de liderazgo en América Latina.
Con la victoria republicana y la elección de un nuevo presidente, la alternancia en el poder se ha concretado por completo. Ahora, los republicanos tienen la oportunidad de impulsar las reformas necesarias para fortalecer a Estados Unidos. El escenario está lleno de expectativas, con muchos actores internacionales atentos al regreso de Trump y esperando que esta administración supere a la anterior, que, aunque controvertida, no fue desfavorable.
Esperemos que Trump, como nuevo líder en un mundo cada vez más crispado, ofrezca propuestas que impulsen un espacio de paz y se sume a los mandatarios que luchan contra las tendencias actuales que solo han distorsionado el mundo conformadas por ideologías destructivas, esperemos que esta elección histórica para los americanos sea la bisagra para una nueva etapa de nuestro continente.
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