¿Serán efectivas las medidas del MEF?

En medio de la actual recesión, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) anunció su “shock de inversiones”, llamado Plan Unidos, que incluye 25 propuestas multisectoriales orientadas a reactivar la economía a través de dos ejes de acción: el impulso a la inversión privada y la protección de la cadena de pagos e impulso sectorial.

¿Son acertadas estas medidas para enfrentar la desaceleración de la economía? Consideramos que sí. Sin embargo, como sostienen otros economistas, las medidas puntuales anunciadas por el Ejecutivo, como el destrabe de importantes proyectos mineros y eléctricos, llegan con mucho retraso. Tampoco es la primera vez que se anuncia que se van a acelerar los megaproyectos de infraestructura hídrica, como Chavimochic, Majes Siguas y Chinecas. Esperemos que, por el bien de las regiones involucradas, se concrete su ejecución. Asimismo, la creación del esquema Servicios por Impuestos, sobre la base de Obras por Impuestos, podría tener un impacto dinamizador y efectos positivos si es diseñado adecuadamente. 

Otras medidas anunciadas también tienen por objetivo acelerar la inversión privada, facilitando los trámites y permisos, estableciendo plazos máximos para las autorizaciones de construcción y más facilidades para obtener el Estudio de Impacto Ambiental. Según el MEF con esta medida se busca mitigar los impactos de la recesión, en un panorama en el que El Niño global puede empeorarlo todo.

Otro aspecto que influye en las perspectivas de crecimiento que no debería pasar por alto es la confianza empresarial. Esta se ha mantenido pesimista en los últimos a causa de factores como las amenazas de un cambio constitucional, el nombramiento de autoridades no idóneas en el aparato público y, sobre todo, por la enorme corrupción durante el gobierno de Pedro Castillo, además de los conflictos sociales que hubo luego de su salida. 

La economía peruana ha venido enfrentando varios choques internos (protestas sociales, ciclón Yaku, inestabilidad política) que han terminado por pasarnos factura, sin mencionar las consecuencias que podría acarrear el próximo Fenómeno del Niño en los sectores claves como la agricultura, la pesca y la manufactura. En adición a ello, tenemos los factores externos que han venido afectando a la región latinoamericana y al debate sobre si EE.UU. entrará en recesión, situación que se ha intensificado a raíz de la Guerra en Oriente Medio.

Lo que el país necesita para crecer, además del shock de inversiones públicas, es el shock de confianza. La seguridad jurídica es esencial para la recuperación de la confianza empresarial. El gobierno debería poner énfasis en revertir esta percepción negativa. Conforme la actividad económica muestre signos de recuperación y la inflación esté controlada, se puede generar un círculo virtuoso que permita al BCR reducir sus tasas de interés y fomentar la producción, el empleo y el consumo interno. No perdamos de vista este importante factor.