Las masacres son buenas para los negocios

Facebook ganó mucho dinero el 7 de octubre, al igual que TikTok y algunos otros conglomerados de redes sociales que, después de 20 años en el negocio de la información, saben que el odio vende más que el amor.

Al final del primer día del ataque contra Israel, Hamás –con el apoyo de un ejército de robots, trolls y “títeres de calcetín”– se aseguró de que los detalles pornográficos del asesinato de 1,200 israelíes, la violación y el secuestro de otras decenas más, sean accesibles para todo el mundo. Sólo después de que las plataformas de redes sociales agotaran el potencial monetario de dicho contenido original, se molestaron en eliminarlo.

No creo que estas plataformas de redes sociales apoyen la violencia o la guerra per se, pero cuando a sus algoritmos se les plantea la pregunta de si proteger al público o transmitir en vivo a los terroristas de Hamás asesinando y violando a civiles israelíes, los algoritmos eligen promover imágenes que atraer más interacción y dinero. Una reciente investigación de las redes sociales contra Israel, desde el 7 de octubre, que incluye testimonios de funcionarios de Facebook y Google ante las cámaras, muestra claramente que estas empresas saben que la difusión del odio, las mentiras y la violencia es buena para sus ganancias.

Incluso sin estos testimonios, ¿podemos creer que las empresas que tienen más dinero que la mayoría de los países, más información que cualquier agencia de inteligencia, tecnología de punta y la capacidad de monitorear violaciones de derechos de autor en minutos, no pueden detener la transmisión en vivo de violaciones y asesinatos? Por supuesto que pueden, pero hay demasiado dinero que ganar y nadie que los haga responsables.

Cuando se lanzaron por primera vez, las redes sociales fueron vistas como una fuerza de la democracia y una forma de superar la censura de los regímenes de todo el mundo. Pero las redes sociales son gratuitas y su modelo de negocio se basa en la interacción. Estas empresas descubrieron que el contenido radical y el discurso de odio generan más beneficios publicitarios que los videos de gatos. Se estima que el 70% del contenido de Facebook y TikTok está relacionado con el odio. Los dictadores de todo el mundo también han descubierto el poder de la propaganda personalizada y hoy en día, estas plataformas son todo, menos promotoras de la democracia.

El 7 de octubre es probablemente el evento de mayor producción de dinero en la historia de Facebook, pero definitivamente no es la primera vez que se comercializa el odio. Muchas voces en todo el mundo exigen que Facebook asuma la responsabilidad de su participación en la amplificación del odio étnico y el racismo que afectó a millones e incluso llevó al asesinato de decenas de miles de personas. Los ingresos anuales de Facebook aumentaron de US$ 7,000 millones a US$ 134,000 millones en los últimos 10 años, por lo que quienes sufren por la promoción de la violencia y el odio en la web son sólo un daño colateral para el gigante de las redes sociales.

A raíz de los ataques del 7 de octubre, Facebook eliminó 162 millones de perfiles falsos y Tik-Tok eliminó 827 millones. No los eliminaron inmediatamente, sino sólo después de que estas cuentas difundieran odio, violencia y propaganda y enriquecieran aún más a los accionistas. La buena noticia es que tenemos la clave para mantener bajo control a estos monstruos de la información. Les damos nuestro tiempo, privacidad y confianza de forma gratuita con la esperanza de que promuevan una comunidad global positiva. Quizás sea el momento de analizar el precio que están pagando nuestras comunidades y promover la rendición de cuentas.

Eran Yuvan es Embajador de Israel en Perú. Tiene una maestría en Políticas Públicas de la Universidad de Tel Aviv y una licenciatura en Negocios Internacionales de la Universidad de Georgia.