¡Ladran, Sancho!

En el transcurso de las últimas dos o tres semanas el alcalde de Lima ha empezado a mostrar algunos de los resultados más significativos de su gestión. Y si bien no se trata de obras efectivamente terminadas, sí son muestras claras de que la actual gestión viene realizando esfuerzos para mejorar, de alguna manera, la calidad de vida en la ciudad.

En efecto, materializar la liberación de los terrenos para el inicio de las obras de la Vía Expresa Sur, llevar a cabo las coordinaciones para que Lima reciba un tren de pasajeros a costo más que reducido, impulsar la continuación de los trabajos de la autopista Ramiro Prialé o la integración del bus metropolitano con la Línea 1 del metro;son algunas de las cosas que nuestra capital necesita y venía relegando durante años, hasta la reactivación que actualmente impulsa el alcalde.

Así las cosas, independientemente de las simpatías/antipatías que se pueda tener por el señor Lopez Aliaga; tampoco se puede permitir que un puñado de mezquinos se dedique a criticar sin sentido los logros parciales que se van obteniendo hacia el término del segundo año de gestión. Peor aun cuando ninguno de los dos alcaldes anteriores pudo entregar o iniciar obras equivalentes de gran magnitud, más allá de un par de puentes/viaductos o de llenar de arena una playa de piedras para los efectos ridículos de una fotografía.

Bien dice el dicho, que “Es de bien nacidos ser agradecidos”; y viendo cómo actúan los referentes caviares, despreciando con odio los trenes ofrecidos por EE.UU., queda claro no solo lo hipócritas que pueden ser para reconocer los avances de una gestión, sino como juegan con la ignorancia de la gente, en relación con el valor real de los bienes que son objeto de crítica y la solución que aportan en un país que está muy lejos de ser rico como es el caso del Perú. Y sólo para caer en el juego del odio y la subjetividad que tanto los caracteriza y que siempre se niegan a reconocer.

En todo caso, si tanto quieren que las cosas sean de última generación, los esperamos en los próximos días para que nos señalen cuándo y dónde nos entregan (a su costo) un equipamiento nuevo como el que tanto añoran y que tampoco podemos pagar. Claro, entran en el juego de comparar la donación de los trenes de California, con los helicópteros Black Hawk, señalando que estos últimos llegaron sin costos (seguramente estaban en el portaviones que vino para la seguridad de Biden), sin siquiera comparar las dimensiones y valor de cada cosa.

Siempre es más fácil criticar y quejarse desde un escritorio, que moverse y trabajar para obtener algún beneficio, y más cuando la premisa es dejarse llevar por el odio y la envidia (típica actuación de los envidiosos de izquierda), sin siquiera reparar en cómo sus referentes nunca hicieron nada bueno por la ciudad.

Lo mejor que nos deja la donación de los trenes de Caltrain es la clara subjetividad y poca neutralidad con la que algunos personajes narran las noticias en el Perú. Por eso les encanta promover discursos baratos y divisionistas como: “Dina asesina”, “Fujimori nunca más”, “dictadura congresal” y los demás referentes que continuamente se promueven en redes y canales de noticias. 

¡Gracias, señor Lopez Aliaga! Los avances positivos de su gestión nos muestran claramente quiénes son los referentes desagradecidos y que solo están dando vueltas o merodeando como buitres para destruir la imagen de quienes consideran sus “enemigos”, más allá de la crítica constructiva que puede merecer cualquier gestión. Así solo me queda pedirle que siga trabajando y obteniendo logros necesarios para que quede clara la diferencia de gestión cuando intervienen las ideas de derecha.