Aldo Llanos

La piel más temida

Preguntas y respuestas necesarias

La piel más temida
Aldo Llanos
03 de mayo del 2024


La entrevista efectuada este 29 de abril por el periodista Francisco de Piérola –en su programa “Mundos paralelos” (Canal N)– al director de la película “La piel más temida”, Joel Calero, ha reavivado mediáticamente la polémica en torno a las representaciones artísticas que tengan como temática los años que el Perú sufrió a costa del terrorismo y por los crímenes cometidos por las fuerzas del orden.

Sin embargo, lejos de ser una buena oportunidad para generar un debate que contraste perspectivas sobre cómo superar las heridas que aún no cierran, una vez más se ha producido un ataque de posiciones inamovibles, muy propio de los tiempos polarizadores y polarizantes que padecemos hoy en día. En virtud de ello, pienso que hay preguntas que no se han hecho y que deberían ser contestadas por personas como De Piérola, Calero y afines.

 

  • Francisco de Piérola ha realizado una crítica a la película acusándola de “romantizar y humanizar a terroristas”. ¿Debía quedarse callado por ser esto una “difamación” tal y como lo aseguró Calero?

 

Pues no. Ante todo, De Piérola, así como todos nosotros, gozamos del derecho a la libertad de expresión, por lo que no cabe una respuesta como la efectuada por Calero. En ese sentido, toda crítica efectuada por unos sobre algún producto cultural que goza de la aceptación de otros, debe ser respondida por estos mediante contraargumentos y no con calificativos ni mucho menos con falacias ad hominem, más aún si dichas críticas son endebles.

Vamos, no existe “superioridad moral” alguna como para que una película o cualquier otro producto cultural deba estar exenta de críticas.

 

  • La película en cuestión, ¿“romantiza y humaniza” a terroristas? ¿Una película puede hacer esto?

 

Tampoco. Esto podría leerse de dos modos: uno teórico y otro “práctico”. Tal y como lo señala el profesor Daniel Salas (PUCP), desde un punto de vista teórico, la película no “romantiza” porque no hay conflicto alguno que se resuelva por la confluencia de los sentimientos o voluntades de los personajes principales. En efecto. Por más que algunos defensores de la película insistan en que sí hay conflicto en la trama, a mi me parece que esta no es clara por los enormes vacíos en el guion. Es más, la parte que más ilustra esto es la media hora final.

Y, en cuanto al señalamiento de “humanización” de los terroristas, el término no ha sido correctamente utilizado por De Piérola porque, en sentido estricto, los terroristas son humanos y no podrían dejar de serlo. Efectivamente. Por ejemplo, autores comprobados de grandes genocidios –como Hitler, Stalin o Mao– son humanos precisamente porque son capaces (y, por lo tanto, responsables) de hacer todo lo contrario al bien real con respecto a sus semejantes.

Sin embargo, desde un punto de vista “práctico”, quizás De Piérola ha querido criticar que Calero supuestamente haya mostrado un perfil más vulnerable del terrorista de la película (el padre), con lo cual, el espectador olvidadizo o que no haya vivido aquellos tiempos de terror, terminaría por empatizar con el terrorista, pasando por alto su filiación senderista.

Pero esto tampoco ocurre. El personaje del padre es realmente anodino y aburrido, cuya participación en la trama termina con un final abrupto, por lo que no se justifica la crítica efectuada. En efecto. Si siguiéramos el razonamiento de Francisco de Piérola, ¿también criticaría a “La casa de papel” o a la trilogía de “El padrino” porque en estas se muestra el lado humano de sendos delincuentes? ¿Criticaría a Alex Rodrigo o a Francis Ford Coppola por ello?

Por eso, la cuestión medular en la polémica suscitada es el tema, en el contexto de polarización existente sobre este. En ese sentido, considero que, el tema referido en dicho contexto, es lo que despertó las suspicacias de Francisco de Piérola encontrando mucho eco en un sector grande de la población.

 

  • ¿Y el pedido de incluir la palabra “terrorista” en la película, es justificado?

 

Según el contexto actual en el que se presenta esta película –contexto que nos recuerda el progresivo desconocimiento de los hechos acontecidos entre los peruanos más jóvenes y el lento pero real avance del organismo de fachada senderista Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef)–, pienso que tiene cierta justificación.

Sin embargo, dicha justificación no tiene por qué obligar a cualquier director de cine a incluir dicha palabra si es que la película en cuestión no hace una real apología al terrorismo. En todo caso, el sector de la población empeñado en dicha inclusión, y en una determinada lectura del conflicto vivido en aquellos años, debería apoyar la producción de una película que lo haga según sus estándares.

 

  • Pero es una película realizada con fondos públicos que salen de nuestros impuestos, ¿no deberíamos ejercer con mayor razón una crítica por ello? Por otro lado, ¿debe ser financiado el cine por el Estado?

 

En cuanto a lo primero, sí. Francisco de Piérola y cualquiera tiene el derecho y el deber de realizar una crítica sobre este tipo de películas financiadas con nuestro dinero.

En cuanto a lo segundo, pienso que sólo deben ser financiadas aquellas películas que hayan pasado la revisión de un comité verdaderamente representativo de la sociedad civil, y no por uno conformado por una camarilla uniformemente ideologizada. Digo, nomás.

Aldo Llanos
03 de mayo del 2024

NOTICIAS RELACIONADAS >

¿Dónde se llevaría a cabo un nuevo concilio?

Columnas

¿Dónde se llevaría a cabo un nuevo concilio?

Esta es una pregunta que ha empezado a surgir en redes sociales a ra&i...

16 de mayo
Infancia bien tratada, adolescencia bien encaminada

Columnas

Infancia bien tratada, adolescencia bien encaminada

“Infancia bien tratada, adolescencia bien encaminada”, pub...

10 de mayo
El caso Ana Estrada y los riesgos concomitantes

Columnas

El caso Ana Estrada y los riesgos concomitantes

Este domingo 21 de abril, la psicóloga Ana Estrada, quié...

26 de abril

COMENTARIOS