Giancarlo Peralta
La democracia según Sagasti
Expresidente pretende descalificar electoralmente a sus enemigos políticos

El excongresista y ex encargado de la presidencia de la república, Francisco Sagasti, ha dicho, en una entrevista publicada recientemente, que nos han gobernado Perú Libre y Fuerza Popular desde el 2021. Pero más allá de la veracidad o falsedad de su afirmación, lo cierto es que él también ejerció la real politik para asumir la encargatura en Palacio de Gobierno.
Luego de la vacancia de Martín Vizcarra Cornejo, por mandato de la Carta Magna a quien le correspondía asumir la encargatura de la presidencia era a Manuel Merino, quien en ese momento se desempeñaba como presidente del Poder Legislativo y proceder a convocar a elecciones según el plazo establecido en la constitución.
La encargatura del Poder Ejecutivo en manos de Merino duró hasta el 15 de noviembre de 2020, tras los hechos de violencia organizados por grupos de izquierda y los partidarios del destituido constitucionalmente Vizcarra. Entonces debía procederse a la elección de una nueva junta directiva en el parlamento. La lista del Frente Amplio, presidida por Rocío Silva Santisteban, era la lista que había alcanzado consenso según las conversaciones sostenidas con diversos grupos parlamentarios. El resultado fue que las mismas organizaciones que alentaron su elección decidieron otorgarle esa encargatura a Francisco Sagasti, del partido Morado.
Según el profundo análisis de la realidad del Perú contemporáneo, esbozado por el ex encargado de la presidencia, entre el 2016 y 2021 estuvimos gobernados por una coalición de izquierda, pepekausismo, vizcarrismo, frenteamplismo y moradismo.
Cuando Sagasti señala a dos organizaciones políticas, lo que está haciendo es descalificarlas para las próximas elecciones generales del 2026. Le podrán disgustar dichas agrupaciones, pero ejercen el poder en función a un mandato constitucional previamente establecido, así que no debería sorprender a ningún ciudadano.
Peores consecuencias para el país representó rebajar los requisitos para que Bruno Pacheco acceda al cargo de secretario general del despacho presidencial bajo el mandato de Pedro Castillo. Pacheco fue hallado con US$ 20,000 en su oficina, los cuales fueron incautados por la Fiscalía de la Nación. Este personaje estuvo prófugo de la justicia durante un largo período por el caso de los ascensos en el ejército peruano.
Se supone que quien accede a la Presidencia de la República, sea por elección popular o encargatura, se compromete a respetar y hacer respetar la constitución; pero Sagasti no lo hizo. La Carta del estado peruano expresa que para candidatear a la presidencia se requiere inscribir una lista compuesta por el candidato a la presidencia y a dos vicepresidencias. Perú Libre, uno de los partidos que hoy cuestiona, no cumplió con dicho requisito, por eso Dina Boluarte no cuenta con vicepresidente que asuma el cargo cuando ella se ausenta del despacho por temas de salud u otros. Sagasti dirá que eso le correspondía al Jurado Electoral, pero él ocupó la jefatura de Estado y no se percató de que se estaba cometiendo tamaña irregularidad.
Ahora, cabe preguntarse quiénes realmente están cogobernando y “lanzan críticas” al Ejecutivo para volver a instaurar en el 2026 un gobierno que les resulte afín.
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