El Minedu, ¡otra vez del lado de la democracia y la libertad!

El titular del Ministerio de Educación (Minedu), Óscar Becerra, acaba de señalar que hay “elementos que pretenden socavar las bases democráticas de nuestra sociedad a través de la educación y los textos escolares”. Agregó también que la infiltración se produce en el propio Minedu, y que para enfrentar semejante situación se había reunido con el Ministerio del Interior y que también sostendría una junta con el titular de Defensa.

Las declaraciones del ministro Becerra generan un enorme optimismo en los sectores que, durante el año y medio de Gobierno de Pedro Castillo, venían denunciando la tremebunda infiltración del maoísmo en el Minedu, a través del Frente Nacional de Trabajadores de la Educación del Perú (Fenatep), una infiltración que fue calificada de cogobierno entre la mencionada facción sindical y el Minedu.

Como todos sabemos, el Minedu de Castillo reconoció al Fenatep quebrando leyes sindicales y promulgó un decreto modificando los estatutos de la Derrama Magisterial con objeto de permitir el control de más de S/ 4,000 millones, pertenecientes a los maestros, de parte de la mencionada facción sindical radical. Pero sobre todo, el Minedu de Castillo se propuso cancelar la meritocracia en la carrera pública magisterial y modificar el currículo para convertir la escuela pública en un centro de adoctrinamiento maoísta.

Por todas estas consideraciones, las declaraciones del ministro Becerra recogen el espíritu y el anhelo de la mayoría de peruanos de organizar una escuela pública de calidad y plural. Sin embargo, de sus propias declaraciones, se desprende que no es posible recuperar la meritocracia en la docencia si es que no se enfrenta la infiltración marxista y maoísta. Luego de las declaraciones de Becerra, la sociedad civil y los padres de familia deberían movilizarse a nivel nacional –tal como lo han venido haciendo en los últimos años– para descartar los textos escolares que promueven la magia y la hechicería marxista y que pretenden destruir la idea de Perú, de la propia peruanidad, tal como lo vemos en la estrategia secesionista extremista del sur del país.

En ese sentido, el Minedu debería derogar, sobre la marcha, el decreto que modifica los estatutos de la Derrama Magisterial, los reconocimientos arbitrarios otorgados al Fenatep y, sobre todo, las resoluciones viceministeriales que pretenden relativizar la carrera pública magisterial.

Como todos sabemos, durante el Gobierno de Castillo el Minedu promulgó dos resoluciones que afectaban la línea de carrera de más de 20,000 directores de escuelas públicas (más de la mitad de centros educativos del país). Las señaladas normas establecían que las plazas de directores que fueron nombradas en un concurso en el 2014, y luego ratificadas en otro del 2018, podían “encargarse” en caso de vencerse los mandatos. Como todos sabemos “los encargados” iban a ser los activistas del Fenatep.

¿Qué significaba semejante decisión? Que los encargados iban a evaluar las hojas de vida y las clases modelos de 360,000 maestros que habían rendido exámenes escritos en la primera semana de diciembre del 2022. En otras palabras, la facción magisterial maoísta iba a tener la palabra final en el nombramiento de los docentes, no obstante que la principal demanda del Fenatep es cancelar la carrera pública magisterial. Como se dice, el gato estaba de despensero.

Por todas estas razones –lo volvemos a subrayar– las declaraciones del ministro Becerra causan enorme optimismo entre los sectores que pretendemos organizar una educación pública de calidad, plural y tolerante.