En el Perú, hablar de cobre no es solo hablar de miner&...
En un informe de la Asociación de Productores y Exportadores de Uva de Mesa del Perú (Provid) se señala el incremento de la producción y exportación de uvas de mesa: 56 millones de cajas de 8.2 kg cada una, como resultado de la campaña 2019-2020. Un gran avance: ¡la mitad de la producción norteamericana! Son 50 diferentes variedades de uva de mesa que fueron enviadas a más de 50 mercados en todo el mundo. Y con el incremento de áreas de cultivo y de la productividad de los sembríos de vid, para la campaña 2020-2021 se prevé un crecimiento de 16%.
Durante la campaña de 2017-2018 se optó por el cambio de variedades de uva sin semilla (seedless), debido a la baja productividad de la variedad de uva Red Glove (mayor costo de poda y menos racimos cosechados) y al cambio de las preferencias de los consumidores en los mercados más importantes. Según Provid, la participación de la uva Red Globe, de 50% hace cuatro años, es ahora de 32%. Y en 2012 representaba el 80% del total de las exportaciones de uva. Hoy, se imponen las variedades Royalty, Sweet Celebration, Arra 15, Timpson y Magenta, entre otras seedless.
Y así como los arándanos peruanos (con propiedades antiinflamatorias y otros beneficios) se constituye en el primer producto de la agroexportación peruana –pasó de US$ 30 millones en 2014 a US$ 844 millones en 2019 (50% más respecto a 2018)–, también mejora el desempeño de las uvas peruanas. Según la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), en el 2019 se exportaron 350,000 toneladas de uvas, por un total de US$ 900 millones. Según Fernando Cillóniz “la uva de mesa es el principal fruto de exportación, por delante de los arándanos, la palta y los espárragos”. Ica y Piura son las principales regiones productoras de uva, seguidas por Lambayeque y La Libertad. Estados Unidos, el más grande consumidor de uvas en el mundo, es el principal destino de las uvas peruanas. Actualmente China es el principal productor mundial de uva, con una participación de 18%. Le siguen Italia (10%) y Estados Unidos (8%). Chile es el noveno productor (3%) y Perú (0.9%) ocupa el puesto 21.
Por las preferencias arancelarias otorgadas por el Acuerdo de Promoción Comercial Perú-Estados Unidos (2009), las exportaciones peruanas de uvas de mesa se están imponiendo en Estados Unidos. Además los riesgos de las inversiones agrarias en el Perú se han reducido gracias a los beneficios tributarios generados por la Ley de Promoción Agraria: 15% de impuesto a la renta (siendo el 30% el régimen general), la devolución de Impuesto General a las Ventas (IGV) y depreciación del 20% en inversiones hídricas. Cabe señalar que para el cultivo de uva son necesarios entre cinco y diez años antes de alcanzar producciones de exportación.
Según el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), en 17 años la producción y exportación de uva creció 82.4%. Por la Ley de Promoción Agraria, en menos de 20 años, las exportaciones agrarias crecieron de US$ 800 millones a más de US$ 7,000 millones el año pasado. Además, por el desempeño del campo exportador, hasta el 2017 la recaudación fiscal ha aumentado de S/ 73 millones a S/ 569 millones.
Gracias a este boom agroexportador ha surgido una nueva clase media rural en el Perú. Cerca del 80% de las empresas agroexportadoras son pequeñas y medianas (pymes), y muchas de ellas son lideradas por mujeres, asegurando la transformación de sus hogares y comunidades, alejadas de los centros urbanos. La contribución al desarrollo del país de la uva de mesa y de otras 600 variedades de frutas y verduras exportables es una realidad. Según Apoyo Consultoría, en la costa exportadora, entre el 2004 y 2017, la pobreza se ha reducido de 67% a 19%. Y no obstante los tremendos resultados obtenidos en el campo exportador, el marxismo pretende detener la Ley de Promoción Agraria y destruir todo lo avanzado. ¡No lo permitamos!
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