Alexis Gonzalez Tello
Perú y la guerra arancelaria de Trump
Debemos replantear nuestra estrategia económica a corto y mediano plazo

Con un arancel global del 10% impuesto a varios países, incluido el Perú, y medidas aún más severas contra China —llegando hasta el 104%—, el nuevo proteccionismo estadounidense amenaza la estabilidad del comercio internacional con implicancias directas y profundas para la economía del continente y la de nuestra economía.
Estados Unidos es nuestro segundo destino de exportaciones. Este incremento arancelario afecta la competitividad de sectores clave como textiles, confecciones y agroindustria. Al mismo tiempo, los productos asiáticos que ya no ingresen fácilmente a EE.UU. podrían redirigirse hacia nuestros mercados, poniendo en riesgo a nuestras micro y pequeñas empresas. Prendas importadas desde China por un dólar compiten con productos nacionales que cuestan hasta nueve veces más.
Sin embargo, también hay oportunidades. El sector agroindustrial puede posicionarse como proveedor alternativo en EE.UU., aprovechando ventajas estacionales y la calidad de nuestros productos. Esto exige estrategia, rapidez y apoyo desde el Estado para convertir una amenaza en una ventana comercial.
A nivel global, el proteccionismo de Trump puede llevar al mundo a una recesión. La ruptura de cadenas de suministro, el encarecimiento de insumos y la menor demanda internacional afectan a países exportadores como el Perú. Sin mencionar, la presión inflacionaria global que se traslada a nuestro mercado interno, reduciendo el poder adquisitivo de nuestros hogares.
Frente a este nuevo escenario, las autoridades y los sectores productivos deben actuar con inteligencia y coordinación. Es fundamental fortalecer nuestra diplomacia comercial para proteger el acceso a mercados clave. A la par, se deben activar mecanismos de defensa comercial —como salvaguardas o medidas antidumping— para evitar el ingreso masivo de productos que distorsionen el mercado interno. También se requiere una política industrial activa, que otorgue financiamiento y asistencia técnica a las pymes afectadas por la competencia desleal. Finalmente es urgente acelerar la diversificación con mercados estratégicos como India y el sudeste asiático.
La guerra arancelaria de Trump pone en riesgo el comercio global y también nos obliga a replantear nuestra estrategia económica a corto y mediano plazo. Debemos aprovechar este momento para reforzar nuestra competitividad y diversificar nuestros mercados, sentando las bases de un crecimiento sostenible en el futuro.
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