Manuel Gago

No hay “primavera árabe” en Latinoamérica

Hay embestida comunista

No hay “primavera árabe” en Latinoamérica
Manuel Gago
17 de noviembre del 2019


Se ha señalado equivocadamente que la "primavera árabe" llegó a la región latinoamericana, sin conocer el espíritu de la gente mediterránea: mercaderes por naturaleza. En el valle del Mantaro, la feria dominical de Huancayo ha marcado a la gente de la región; de la misma manera ferias populares, como Khan El Khalili en El Cairo (Egipto),
existen en todas los poblados al borde del Mediterráneo. 

El historiador cajamarquino Waldemar Espinoza lo señala claramente en la Enciclopedia Departamental de Junín (1973). En el antiguo Perú, antes del incanato, los pobladores de unos 200 pequeños reinos dispersos tenían una vida comercial muy activa. Superando todas las dificultades del momento y del lugar, los pobladores comerciaban toda clase de cultivos y ganado.  

Tratando de disculpar la embestida comunista, se ha señalado que se enciende en la región una corriente supuestamente libertaria contra el modelo económico abierto. Falso. La primavera árabe comenzó después de que el joven tunecino Mohamed Bouazizi (26 años) se prendió fuego públicamente en diciembre de 2010. Veamos.

El joven Bouazizi –comerciante de frutas– NO ofrendó su vida por reclamar subsidios, asistencialismo o privilegios por parte del Estado. Tampoco se quitó la vida por causa política o religiosa. Su muerte NO fue por pensión de jubilación o mejores servicios médicos y educación gratuita, o por agua potable y saneamiento, electricidad y conexión de Internet, en favor del medio ambiente o un cupo por el uso de una carretera que conduce a una mina. El Joven NO reclamaba democracia en una sociedad acostumbrada a la voluntad del pachá y líder religioso que impusiera su voluntad sin argumentar.

El joven Bouazizi –comerciante ambulante, como el 70% de las personas económicamente activas en Perú– se sacrificó por la libre competencia, en contra de las restricciones abusivas de una autoridad como la nuestra, que hasta ahora no entiende cómo están formadas las entrañas de la mayor parte de los peruanos. Mohamed Bouazizi se mató porque el Estado le arrebataba su derecho libre de decidir y valerse por sí mismo, vendiendo en las calles lo poco que tenía para mantener a su familia con orgullo, dignidad y felicidad.

No se han encontrado evidencias distintas por las cuales Bouazizi se hubiera quitado la vida. Cuentan que la fruta –así como la balanza y carretilla– arrebatada por la autoridad había sido comprada horas antes. Todo su capital, ilusión, prosperidad y vida entera se la quitó un policía municipal en la vía pública. Bouazizi se inmoló por haber sido humillado y despreciado (abofeteado, escupido y tirado al suelo). Impotente de recuperar lo que era suyo, en un acto único de valentía, se quitó la vida. Su muerte la cargan los Estados y las autoridades, como la peruana, sin capacidad técnica y sin ingenio para resolver la situación de informalidad y desempleo de las personas. 

Se equivocan los apologistas e indignados de ocasión. La embestida comunista contra las entrañas libres y el mercado es una realidad. Por el contrario, si la primavera árabe llega a la región, caerán las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua, como cayeron las dictaduras de Túnez, Egipto y Libia. 

¿Qué significado tienen los incendios de iglesias cristianas y la destrucción de los monumentos históricos en Chile? ¿Será acaso el mismo propósito que tuvieron los comunistas durante la guerra civil española? ¿Luego irán por los sacerdotes y pastores para empujarlos desde un despeñadero, como hicieron en España durante 1936 y 1939? ¿Asesinarán a los “impíos” como lo hacen los fundamentalistas islámicos y destruirán monumentos que representan ideas contrarias al marxismo? 

Que la “hermandad musulmana” –Al Qaeda e ISIS pretendiendo instalar un califato universal controlado por ellos– hayan utilizado la muerte de Mohamed Bouazizi, es otro tema. El Foro de Sao Paulo planea instalar el socialismo en toda la región latinoamericana. Para esto utilizan cualquier excusa y medio: descrédito, encarcelamiento y hasta asesinato del adversario que saben como edulcorar a su favor. Tiene los recursos económicos provenientes del petróleo venezolano.

Manuel Gago
17 de noviembre del 2019

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