Guillermo Vidalón
Más allá del coronavirus
Para contar con un país seguro y en constante crecimiento

Los desafíos generan oportunidades, tanto en lo material como en lo intangible. La pandemia del coronavirus está demostrando que el nivel de desarrollo económico no es lo más relevante para contener el virus, sino el civismo de sus ciudadanos. Si el respeto a la autoridad se incorpora como cultura, las disposiciones emanadas por ésta son acatadas y el riesgo de propagación del Covid-19 termina por controlarse de manera más eficiente.
Cierto es que los países más desarrollados cuentan con un mejor servicio de salud, pero igual están colapsando porque los infectados van en aumento. ¿Qué se puede controlar? Aquello que corresponde al ámbito personal, familiar y amical. Fortalecer el autocontrol, mantener el ánimo y la disciplina, planificar lo que requiere la familia, evitar las exposiciones innecesarias. Acudir a un centro de abasto implica un riesgo en sí mismo por la cantidad de personas que asisten; y no hay manera de saber si alguno de ellos está contagiado, y por no presentar síntomas podría estar diseminando el virus sin saberlo.
Aprovechemos lo acontecido para reflexionar acerca de la importancia de contar con una base industrial sólida que permita generar recursos suficientes para cerrar las brechas de infraestructura socio-productiva. En el Perú, ¿qué es una base industrial sólida? Aquella que tiene garantizada su sostenibilidad en el mediano y largo plazo, y permite establecer sinergias para que otras actividades económicas se potencien y subsistan, inclusive más allá de la que en el presente podría identificarse como la principal.
La agroindustria –como actividad económica– ha dado un gran salto a lo largo de más de dos décadas, creciendo de manera sostenida, estando alerta a la demanda del mercado internacional para satisfacerla, investigando y adaptando cultivos no originarios, o potenciando los niveles de productividad de los oriundos. En ambos casos, aprovechando las condiciones climatológicas con que cuenta el Perú en razón de su ubicación geográfica, su contacto con el océano Pacífico, sus diferentes pisos altitudinales y su sabana amazónica aún poco estudiada, etc.
¿Qué hace falta para impulsar aún más el despegue de la agroindustria? a) La reorganización productiva de la tierra, que no implica el despojo de los actuales titulares, pero sí la promoción de agrupaciones productivas, ya sea que se denominen asociaciones o empresas, o diseñar un mecanismo legal que permita garantizar por un número de años la administración de la tierra sin que el titular de ella pierda su propiedad; b) Desarrollar infraestructura hídrica que garantice la disponibilidad de agua cuando los cultivos lo requieran; c) Desarrollar una infraestructura de comunicación: caminos, autopistas, puertos y aeropuertos, sistemas de telefonía e internet, equipos de embalaje y preservación de los productos.
El literal a) corresponde a una decisión política de la autoridad para transformar una idea en realidad. El b) y el c), en cambio, están atados a la disponibilidad de recursos económicos, los cuales se generan en función a la capacidad productiva de los países. El segmento de la clase política en los niveles de decisiones gubernamentales puede convertirse en promotor adecuado, en gestor ineficiente o deliberadamente corrupto.
En la actualidad, el principal potencial del Perú es su actividad minera, presente en todo el territorio nacional y con capacidad para desarrollar yacimientos ya ubicados y cuya factibilidad económica está definida; además, aún falta investigar grandes extensiones de su espacio geográfico. Por la localización de los depósitos de mineral, se hace necesario construir infraestructura que deviene de utilidad y provecho para otros sectores, como la agricultura, la ganadería y el turismo que revalora nuestro legado cultural, entre otros.
Esta sinergia entre la minería y los demás sectores económicos es lo que permitirá disponer de recursos suficientes para cerrar las brechas de infraestructura social y productiva. Y también enfrentar en condiciones de menor vulnerabilidad desafíos como el del actual coronavirus. Seamos conscientes de que vendrán otros, quizás muchos más agresivos.
Superada la crisis, la respuesta de los países desarrollados será generar estímulos a la migración de profesionales de la salud procedentes de países menos desarrollados, dejando a países como el Perú más desprovistos de recurso humano calificado. En ese sentido, cabe recordar que la mejor manera de atraer y retener a profesionales competentes es propiciar las condiciones para contar con un país seguro y en constante crecimiento. Por eso es necesaria la inversión, y la inversión requiere de una políticos dispuestos a ejercer autoridad para lograr la institucionalidad indispensable para conseguir los objetivos de desarrollo y bienestar que la población demanda.
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