Manuel Gago

Ley para contener ahora y protegerse después

Penetración ideológica por medio de médicos

Ley para contener ahora y protegerse después
Manuel Gago
30 de marzo del 2020


Para que la historia no se repita, el diario oficial
El Peruano publicó la Ley Nº 31012, Ley de Protección Policial, aprobada en setiembre pasado por el anterior Congreso de la República, bajo la presidencia del Congreso de Pedro Olaechea. La norma –publicada el sábado 28 de marzo– modifica el numeral 11 del artículo 20 del Decreto Legislativo Nº 635 del Código Penal. Según el artículo 5 de la ley, el personal de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional están exentos de toda responsabilidad por las lesiones o muertes provocadas en el cumplimiento de sus funciones constitucionales. 

La norma es una muestra del carácter no obstruccionista del Congreso anterior. En setiembre pasado, la ley (no publicada por el Ejecutivo de Martín Vizcarra) fue concebida para –entre otros episodios de carácter social– proteger a los policías que custodiaban el Corredor Minero del Sur y militares destacados en el puerto de Matarani (Arequipa), por donde se exporta concentrados de cobre. Por entonces el 50% del cobre peruano producido en Arequipa, Cusco y Apurímac (Corredor Minero del Sur) era atacado por sectores radicales con el propósito de detener el desarrollo de la minería, uno de los principales sectores productivos del país. 

Cuando termine este episodio de emergencia nacional, cuarentena y toque de queda, policías y militares no pueden ser denunciados sin sustento legal por haber cumplido sus deberes constitucionales en momentos difíciles. No obstante, vale señalar que durante el terrorismo desarrollado por Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), policías y militares fueron denunciados por supuestos crímenes contra los derechos humanos. La teoría del autor mediato fue la conclusión política de la justicia peruana contra el ex presidente Alberto Fujimori. ¿Para cubrirse las espaldas, desempolvaron la Ley Nº 31012 que el Ejecutivo de Vizcarra se negaba a publicar en septiembre pasado? 

Por otro lado, además de temor y confusión, el coronavirus es motivo de informaciones alarmistas, falsas y tendenciosas. La utopía del marxismo edulcorado, de romanticismo social leve y ordinario, pretende crear climas de subversión. Sin argumentaciones sensatas y pruebas contrastadas, los comunistas más recalcitrantes señalan al capitalismo como el causante de todos los males de la humanidad y hasta de la pandemia iniciada en China. En este proceso de desinformación enaltecen a Cuba como el único país capaz de detener el Covid-19, la enfermedad que también mata a los capitalistas de New York, Washington, Florida, California y otros estados norteamericanos. Es decir, ¿el imperialismo norteamericano se mata a sí mismo? Lamentablemente, sectores juveniles creen a pie juntillas por no conocer la historia reciente de la humanidad. 

Sobre el “modelo” de salud cubano, el sociólogo Carlos Meléndez señalaba en 2014 que “cualquiera que ha visitado un centro médico en el que se atiende un cubano promedio inevitablemente cuestiona el mito que se ha construido sobre el sistema de salud cubano”. Para Meléndez, los centros médicos cubanos emulan escenografías de películas de zombies. Señala además que los médicos reciben 800 pesos mensuales (unos US$ 35) de un sistema supuestamente ejemplar. Según el periodista y escritor cubano Carlos Montaner, el sueldo promedio del cubano es US$ 15 mensuales. 

Para la British Broadcasting Corporation (BBC) los médicos son el principal producto de exportación cubano, una estrategia de penetración ideológica ideada por Fidel Castro. La presencia de médicos cubanos es conocida en Angola y Congo, así como en Venezuela, Brasil y otros países latinoamericanos, lugares donde han sido cuestionadas sus calificaciones y certificaciones. Llegaron a Junín durante la gestión del ex presidente regional y líder del partido Perú Libre (integrante del Foro de Sao Paulo) Vladimir Cerrón. No obstante, las misiones internacionales desencantan a los médicos y estudiante de medicina cubanos cuando vuelven a la isla caribeña. Sus remuneraciones vuelven a ser míseras. Además, ¿quién paga la estadía y los servicios médicos fuera de Cuba? ¿No son los países anfitriones? 

En estos días difíciles, los científicos buscan la cura inmediata contra el coronavirus, los oportunistas hacen señalamientos de culpabilidad para exonerarse de responsabilidades y los creyentes se arrodillan y oran. Claman al Señor con fe, esperando el cumplimiento de sus promesas: el cuidado de sus hijos y respuesta a los deseos de sus corazones.

Manuel Gago
30 de marzo del 2020

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