Alejandro Arestegui

La malvada manipulación de los inocentes

La continua práctica colectivista de manipular las protestas

La malvada manipulación de los inocentes
Alejandro Arestegui
18 de octubre del 2024

 

Cuando el descontento de una parte de la población se manifiesta en las calles, muchos aducen que es un “derecho a la protesta”. La semana pasada vimos cómo diversas protestas en Perú y otros países hispanohablantes como Argentina y España han llenado los titulares de noticias. Pero debemos preguntarnos ¿Qué tienen en común las marchas que se realizaron en estos tres países? Pues que un grupo bastante abyecto, perverso e ideologizado de líderes manipulan las marchas y protestas con fines políticos. Lo peor de todo es que en estos tres casos que veremos a continuación tienen como común denominador que estos manipuladores y azuzadores son de la izquierda más rancia, populista y colectivista. Veamos pues de forma breve estos tres casos.

La utilización de la inseguridad con fines políticos

Es más que obvio que debido a la desastrosa gestión del (des) gobierno de Dina Boluarte el país la atraviesa por una ola de violencia sin precedentes. En las últimas semanas la extorsión y el sicariato en la capital han llegado a niveles nunca antes vistos. Los transportistas con toda razón e indignación salen a las calles exigiendo que el gobierno haga algo al respecto. Es aquí donde la manipulación y la ignorancia comienza a florecer y mentes perversas tratan de desinformar a la población. El primer problema es que se acusa directamente a la denominada “Ley de Crimen Organizado-32108” como la responsable de agravar la situación de seguridad en el país. Hay que aclarar que esto no es del todo cierto, esta ley (como todas las que ha elaborado el presente congreso) son deficientes y son perfectibles.

Sin embargo, esta ley no es responsable directa de la crisis actual. Se debe combatir con mano dura y hacer caso omiso a las “organizaciones de derechos humanos” que no son otra cosa que un lastre para una respuesta firme y contundente e incluso violenta por parte de la policía. Eso sí, sólo contra aquellos miserables extorsionadores y sicarios que atentan de forma tan rampante y maliciosa contra la vida de ciudadanos inocentes. Otra solución práctica a la cual los gobernantes le temen es que los ciudadanos puedan defenderse y no sufran consecuencias penales de su legítima defensa, la cual puede incluir el uso de armas y objetos contundentes que lleguen a abatir al delincuente. Lo que falta es voluntad política, mientras tanto seguiremos viendo a los policías reprimir las manifestaciones y proteger con barras y violencia los alrededores del congreso. Mientras tanto otros acusadores y colectivos se unirán a las marchas hasta deslegitimarlas proponiendo cosas aberrantes como la prematura renuncia de Dina o incluso solicitar una asamblea constituyente para redactar una nueva constitución izquierdista. Un sinsentido total.

“Malos” contra “buenos”. La polarización con España por los alquileres

Al mismo tiempo que en Lima veíamos grupos de gente que marchaba en contra de la situación de inseguridad. En la capital española decenas de miles de personas protestaron ávidamente contra el alza de los alquileres en la comunidad madrileña. Como siempre la izquierda política lidera las marchas y muchos colectivos están pidiendo cosas aberrantes. Escuchando a muchos entrevistados en las marchas algunos representantes de izquierda han llegado a amenazar con una “huelga de pagos”, es decir que entre miles de personas dejen de pagar el alquiler a sus arrendadores. La situación de la falta de vivienda en España es un problema que se ha ido agravando desde la pandemia. Las habitaciones, departamentos y casas disponibles son limitadas en muchas comunidades españolas. Por un lado, los inquilinos aducen que los costes de alquiler cero son demasiado y a niveles impagables, muchos españoles de a pie gastan más de la mitad de su sueldo en pagar el arriendo. Pero por otro lado cada vez menos personas dueñas de inmuebles se animan a alquilar sus propiedades, esto porque la legislación española es muy laxa respecto al inquilino moroso, llegando a quedar muchos meses sin pagar un solo centavo.

Se ha llegado al extremo de que muchos indigentes y migrantes han llegado a ingresar ilegalmente a propiedades abandonadas llevándolas a ocupar de forma indefinida (de ahí la palabra “okupa”). Ante esto la desastrosa gestión socialista del PSOE desea implementar controles de precios y una norma que castigue a los “arrendadores usureros”. Por otro lado, en Madrid, una de las ciudades que más sufre el incremento de los alquileres, la desastrosa gestión del Partido Popular tampoco ayuda al respecto. ¿Cuál es la solución entonces? Los políticos españoles son tan colectivistas y ciegos que no lo ven. El problema de España pasa por una grave falta de oferta en materia de viviendas, las proyecciones indican que se construyen muchísimo menos casas de las que se demandan. Esto va a ser un problema aún mayor de aquí a 30 años, porque se calcula que la población española puede aumentar de 20 a 30 millones.

Sin embargo las viviendas que se construirán no darán abasto ni para la tercera parte de las nuevas familias que se formen. Pero la situación es grave al ver que en las calles hay gente que está amenazando con no pagar algo con lo que se comprometió a hacerlo mediante un contrato de arrendamiento. Estamos viendo que la desintegración del tejido social español es más fuerte de lo esperado. Si se incumplen los compromisos y pactos cada vez más la gente tendrá miedo de alquilar, hacer negocios o comenzar nuevas relaciones de todos los ámbitos. Todo esto mientras el gobierno socialista de Pedro Sánchez se esfuerza por cubrir sus acciones mafiosas y truculentos mientras los españoles de bien se hunden en la miseria de no poder tener siquiera un lugar dónde vivir. La solución pasa claramente por el sector privado, sin embargo las nefastas políticas de los gobernantes desincentivan cualquier intento de inversión.

La perversa utilización de los estudiantes universitarios argentinos

Paralelamente a España y a Perú, en Argentina también se realizaron numerosas protestas en contra de la decisión del gobierno de Javier Milei por vetar el proyecto de la ley de presupuesto universitario. Para variar, la izquierda más recalcitrante y anacrónica (los trotskistas que no representan ni el 2% de votos) junto con la casta de siempre (los peronistas kirchneristas y los radicales) han aprovechado la situación para marchar en contra de Milei. La consigna de los jóvenes manipulados y engañados era la siguiente: “Milei desea acabar con la educación pública” o con consignas tan absurdas como “Milei es enemigo de los estudiantes y de los más pobres como los jubilados”. Estas consignas tan aberrantes y falsas son repetidas como disco rayado por gente que está completamente ideologizada. Las protestas no sirvieron y el veto del presidente fue ratificado por la cámara de diputados. Ciegos de ira y con una impotencia enorme algunos dirigentes estudiantiles de izquierda han optado por tomar por la fuerza varias facultades de las universidades públicas argentinas.

Obviamente estos bloqueos ilegales y tomas de facultades como en cualquier país perjudican a las estudiantes de bien que no tienen nada que ver con las protestas y que ven vulnerado su derecho a estudiar. El presidente Milei tuvo que salir a realizar muchas aclaraciones para desasnar a los líderes de la casta. Pero siempre ante toda adversidad hay una luz de esperanza. Múltiples vídeos han aparecido en redes con estudiantes que valientemente desafían a los dirigentes y falsos líderes estudiantiles de izquierda, pues lo que desea la gente de bien es estudiar, no parar. También el día 18 de octubre saldrá una resolución donde el gobierno dispone la pronta auditoría de las universidades públicas. Se dice que la primera universidad pública Argentina en ser auditada será la Universidad Nacional de La Matanza, provincia de Buenos Aires. El gobierno ha sido bastante claro: nadie va en contra de la educación pública, lo único que se pide es auditar y asegurarse de que el dinero sea bien empleado. Concluyo este informe resaltando el compromiso inquebrantable de Milei: el superávit fiscal no se negocia. Este superávit fiscal por noveno mes consecutivo es la clave para que Argentina salga del espiral de miseria del cual estaba inmerso por culpa de los gobiernos anteriores.

Como conclusión, sabemos que en una sociedad democrática las personas tienen el derecho a manifestarse en contra de lo que ellos consideran injusto. Lo que no pueden hacer es causar actos vandálicos, perjudicar a terceros y mucho menos ser utilizados con consignas ideológicas. La ignorancia y la desinformación son los males a combatir en este tipo de situaciones, pues son éstas las responsables de que se desnaturalice el reclamo y protesta.

Alejandro Arestegui
18 de octubre del 2024

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