Alejandro Arestegui

La libertad de expresión es amenazada en Occidente

Gobiernos socialdemócratas europeos quieren censurar las redes sociales

La libertad de expresión es amenazada en Occidente
Alejandro Arestegui
16 de agosto del 2024


Cualquiera pensaría que con el siglo XX había pasado lo peor en la historia de la humanidad. El siglo pasado nos trajo consigo numerosas plagas, conflictos y episodios que demostraron lo peor de la humanidad, a pesar de los avances tecnológicos logrados. Recibimos el siglo XXI con optimismo, pues creíamos que por fin la democracia y el capitalismo gobernarían no solo a occidente sino también al mundo entero, luego de la caída del bloque soviético. Hemos dado por sentadas muchas de las cosas que vivimos día tras día en occidente, pero lamentablemente hemos bajado la guardia. Incluso en las mejores democracias occidentales, donde se tiene por sentada la “libertad de expresión”,  esta sigue siendo amenazada por los gobernantes de turno.

Reino Unido es considerado por muchos un paradigma de occidente. Se creía que la nación insular era un ejemplo claro de una democracia al estilo europeo (socialdemocracia con algo de libre mercado), pero nos equivocamos. Luego de semanas de episodios violentos donde grupos nacionalistas se enfrentaron contra grupos de izquierda (resguardados por las fuerzas del orden) el país vivió tiempos de convulsión social como no se veían en los últimos cuarenta años. En la actualidad las revueltas sociales no son producidas por los sindicatos laboristas que deseaban bloquear a un gobierno conservador. Tampoco son protestas a favor o en contra del llamado “Brexit”.

Lo vivido en Reino Unido en las últimas semanas es una auténtica batalla cultural entre aquellos que pretenden defender los valores tradicionales ingleses frente al multiculturalismo y la inmigración descontrolada. Esta batalla es dispareja, porque en equivalencia de fuerzas los izquierdistas y multiculturalistas cuentan con el apoyo de la policía y las fuerzas del orden. En las redes sociales la situación va de mal en peor. Parece increíble lo que ha sucedido, pero el gobierno del Reino Unido (algunos políticos laboristas para ser más precisos) han propuesto restringir el acceso a las redes sociales y plataformas de información. Se ha llegado incluso al extremo de proponer sanciones penales para aquellos que no compartan el discurso ideológico propagado por el gobierno, tachándolo de desinformación o peor aún: del famoso “discurso de odio”.

¿Cómo puede ser posible que en una democracia del primer mundo se esté proponiendo la censura y un ataque frontal contra la libertad de expresión? Lo sucedido en Inglaterra es muy grave. Gente patriota que salió a protestar en contra de la inmigración descontrolada (y el crimen que trae consigo) ahora purgan penas en prisión, mientras que numerosos criminales extranjeros reincidentes salen libres a las pocas horas con la promesa de que realizarán talleres de reinserción en la sociedad. Es increíble cómo estas ideas (llámelas como usted quiera: marxismo cultural, postmodernismo, cultura woke) han destruido la mentalidad de muchas personas. Reino Unido se enfrenta ahora a la prueba de fuego de cualquier democracia, demostrar que aquí se respeta en verdad la libertad de expresión o demostrar que se vive en una demagogia pseudodemocrática, un nocivo camino de servidumbre hacia el socialismo.

El segundo caso de censura en Europa nos vino hace unos días. Un alto funcionario de la comisión europea (Thierry Breton) amenazó públicamente a Elon Musk, dueño de Twitter (ahora llamado X). Mediante una carta con tono bravucón y autoritario se amenazó con restringir el acceso a Twitter en toda la Unión Europea ¿Cuál es el motivo principal para que un funcionario europeo amenace a una red social? Más allá de lo que la prensa izquierdista nos vende (que los “nobles” políticos europeos quieren combatir el “discurso de odio”, la realidad es otra.

Lo que en realidad quieren los funcionarios europeos es callar a la disidencia. Debido a uno de los streamings en directo más exitosos de toda la historia de Twitter (ahora llamado X) entre Elon Musk y el candidato a la presidencia estadounidense Donald Trump. Cualquier persona con criterio y sentido común entiende que esto no es razón suficiente para querer censurar o restringir el acceso a una red social. Sin embargo, en Europa los burócratas están preocupados por el auge de numerosos movimientos políticos que quieren desafiar e incluso destruir el estatus quo. 

Ya hubo en el pasado serias acusaciones por parte de entidades privadas de manipulación de información en Facebook a favor de Sergio Massa en las elecciones argentinas del año pasado. También hay serios indicios de la inclinación de redes como Facebook hacia la candidatura de Lula da Silva en Brasil. Incluso en Google, hace unos pocos días y se consultaba acerca de Donald Trump salía en noticias donde aparecía Kamala Harris o cualquier personaje demócrata distinto de Trump ¿Cómo puede ser esto posible? Pues el eurocomisionado francés Thierry Breton ha hecho la vista gorda frente a estas manipulaciones en redes, sin embargo, ha enviado una extensa carta a Elon Musk amenazándolo directamente solamente por transmitir entrevista que éste realizó a Donald Trump ¿Por qué esa actitud matonesca de parte de un burócrata europeo frente a un empresario privado? ¿Que el dueño de una red social no es libre de poner los contenidos que quiera en internet y los individuos están en total libertad de ver ese contenido?

Ver para creer. Cuando escuchamos o leemos de que algún gobierno desea censurar o restringir el acceso a una red social nos imaginamos a férreas dictaduras como la de Irán o Venezuela. Nunca habríamos imaginado que países supuestamente “del primer mundo, democráticos, avanzados y civilizados” estén promoviendo ataques frontales contra la libertad individual. Es tiempo de repensar las cosas y ser conscientes que todas las libertades en cualquier parte del mundo penden de un hilo. Concluyo con la ya célebre frase del expresidente americano Thomas Jefferson: “El precio de la libertad es su eterna vigilancia”. Pareciera que occidente nos hemos olvidado de vigilar a los políticos y hemos permitido que socialdemócratas, lobos dictadores socialistas disfrazados como ovejas mesuradas y democráticas, quieran imponernos su discurso y censurar a la disidencia.

Alejandro Arestegui
16 de agosto del 2024

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