Manuel Gago
JNE: Sistemas informáticos de dudosa calidad
Democracia en manos de burócratas

El Partido Aprista Peruano (PAP) pelea la inscripción de sus candidaturas en segunda instancia en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Según las autoridades del ente electoral, por no registrar en el sistema informático las candidaturas en los plazos establecidos, el PAP estaría fuera del proceso electoral de abril próximo.
No obstante, el pasado 18 de diciembre los personeros regionales del PAP iniciaron el registro de las candidaturas al Congreso de la República. El 22 de diciembre a las 5:00 de la tarde –según los registros virtuales– José Pimentel, personero del PAP, inició el proceso final de inscripción de las candidaturas. Sin embargo, a la medianoche, hora de vencimiento del plazo de inscripción, el sistema informático del Jurado Especial de Elecciones (JEE) interrumpió las inscripciones, dejando las candidaturas del aprismo en la nube; excepto las de Junín, Arequipa y peruanos en el extranjero. ¡En siete horas el sistema de cómputo del JEE no pudo cargar la información proporcionada de manera virtual por el personero del PAP! Por la pandemia del coronavirus la norma establece la inscripción virtual. Vale señalar que mediante actos presenciales, basta iniciar el proceso de inscripción minutos antes de la hora de vencimiento hasta la culminación del proceso, sin importar el tiempo de duración.
Después de las apelaciones correspondientes y días de aprieto, el JNE ha dispuesto atender el lunes 4 de enero las inscripciones de Amazonas, Moquegua y Lambayeque. “Lo que decida el JNE con las tres regiones servirá para las otras regiones”, nos ha señalado Nidia Vílchez, candidata a la presidencia de la República por el PAP. “Confío en el respeto a los partidos políticos y su libre participación en el proceso electoral de abril próximo”, enfatizó. El antiaprismo antidemocrático celebró anticipadamente las decisiones de la primera instancia del ente electoral.
Cuesta creer que los servicios informáticos de los organismos electorales –y de la administración pública– no empaten con la transparencia y los estándares electorales internacionales. La Organización de Estados Americanos (OEA) ha solicitado a las autoridades electorales información sobre sus sistemas informáticos. Técnicamente es posible dejar abierto hasta su culminación cualquier proceso informático.
Este suceso menoscaba la transparencia absoluta del proceso de abril próximo: priman los tecnicismo sobre la irrestricta preservación de la democracia. Además, si de sistemas informáticos se trata, queda en duda el voto electrónico con sus probables fallas de seguridad (intervención y manipulación) y la imposibilidad de auditar las cabinas de votación electrónica sin los comprobantes de votación.
Desde el 2012, el chavismo automatizó el sistema electoral en Venezuela e instituyó el “voto asistido”, ¡una manera grosera de controlar la “voluntad ciudadana”! En Estados Unidos, en 2018, en las elecciones para la Cámara de Representantes y el Senado, se denunció el cambio de votos en Texas y otros problemas en otros estados. En Alemania, la Corte Suprema declaró inconstitucional el uso de urnas electrónicas. En Finlandia un informe oficial recomendó no usar el voto online. En Holanda se decidió abandonar el recuento electrónico. En Irlanda, se deshicieron de las máquinas de voto adquiridas. Y más.
Si por un sistema virtual mal programado para la inscripción de candidaturas, las autoridades electorales pretenden rechazar en primera instancia la inscripción del PAP, ¿cómo saber si será respetada –de manera virtual– la voluntad de los electores que usarán las cabinas electrónicas en las elecciones de abril próximo? ¿Mucha bulla y pocas nueces? ¿Anulando al adversario comienza el socavamiento de las democracias?
Si el PAP pierde la inscripción, como es el deseo del antiaprismo, que sea en las urnas y no por la voluntad de ciertos burócratas gubernamentales. Las elecciones se ganan o pierden con el escrutinio transparente de los votos. ¿El Apra nunca muere? Lo sabremos a partir de abril próximo. Nidia Vílchez confía en que será respetado el derecho que le asiste al PAP –el “partido de los trabajadores manuales e intelectuales”– para participar en las próximas elecciones.
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