Aldo Llanos

J. D. Vance y el catolicismo republicano

¿Una nueva dirección en el Partido Republicano?

J. D. Vance y el catolicismo republicano
Aldo Llanos
30 de agosto del 2024


1. La polémica en torno a una película

Corría la 93a ceremonia de los premios Óscar 2021 transmitida por un canal de cable, cuando llegó el momento de anunciar a las nominadas a mejor actriz de reparto. Entre estas, estaba la talentosa actriz estadounidense Glenn Close por el rol de abuela en una película llamada “Hillbilly: una elegía rural”. Ni bien se supo quien fue la ganadora, (la surcoreana Youn Yuh-jung, curiosamente por un papel muy similar al de Close), uno de los comentaristas no pudo ocultar su alegría por el triunfo de Yuh-jung señalando la “importancia” de restarle relevancia a la película de Close.

¿Restarle importancia?, ¿qué tenía de “malo” “Hillbilly: una elegía rural”? Hoy, esas preguntas que me hice hace tres años ya tienen un mayor sentido. La película dirigida por el prolífico Ron Howard, aborda la vida del mismo Vance dentro de un segmento social casi siempre ignorado por el mainstream cultural norteamericano: los blancos norteamericanos de los pequeños pueblos del interior del país (la “América profunda”), quienes viven con carencias educativas y económicas en medio del peligro siempre latente de descomposición social. Sí. La película es una adaptación del libro homónimo que escribió el mismo J. D. Vance.

La película fue lanzada el 2020 con la pandemia encima y con los norteamericanos inclinándose en las votaciones presidenciales por el demócrata Joe Biden. Quizás por ello, en medios de comunicación de línea editorial progresista, señalaron que la película era un “llamado a la movilización” de los votantes de Trump, y un manifiesto fílmico en favor del capitalismo neoliberal.

Para estos críticos, es sumamente sospechoso que la película enaltezca la gesta de crecer en una comunidad llena de carencias y en medio de una familia disfuncional (con parientes alcohólicos y drogadictos), para finalmente sobreponerse a la adversidad y terminar siendo un exitoso abogado egresado de la prestigiosa (y cara) Universidad de Yale.

Como leí en una reseña crítica en la conocida (y muy visitada) página Fotogramas: Hillbilly es “la historia definitiva para demostrar que el capitalismo y la meritocracia del sistema funciona”. Increíble opinión. Para que vean como (no pocos) hacen análisis de cine hoy en día, tiempo en el cual el principal criterio de medida ya no es estético ni mucho menos moral, sino ideológico.

Sin embargo, no tendría nada de malo la historia de un hombre que, habiendo sido soldado, lavaplatos en un restaurante (para pagar sus estudios) y que, a pesar de vivir atormentado por las secuelas de haber crecido en un hogar complicado, surge en la vida.

Pero, pero, pero, había un detalle que estaba pasando desapercibido hasta este 2024: Vance era militante republicano al punto que, este año, Trump lo designa miembro de su plancha presidencial.

2. J. D. Vance, el candidato católico

Una de las cosas que más está resonando en las redes sociales alrededor de Vance, es su filiación religiosa pues se ha declarado converso al catolicismo. ¿Qué podemos decir al respecto?

Para empezar, podemos ver que es alguien que es capaz de arrepentirse y pedir perdón, lo que no significa que estemos seguros al cien por ciento de que lo haga por motivos de conciencia y no de conveniencia. Por ejemplo, en el 2016, luego de ser catapultado a la fama por el New York Times a raíz de su libro, Vance fue muy severo en sus críticas hacia Donald Trump de cara a las elecciones presidenciales estadounidenses de ese año.

Entre otras “perlas” había dicho que "voy y vengo entre pensar que Trump es un imbécil cínico como Nixon que no sería tan malo (e incluso podría resultar útil) o que es el Hitler de Estados Unidos", que Trump era “heroína cultural (…) y simplemente otro opioide” para la clase media norteamericana, y que “definitivamente no” votaría por Trump y quizás sí por Hillary Clinton. Finalmente dijo que había votado por el candidato independiente Evan McMullin.

Sin embargo, para el 2020 (año en el que se estrenaba en los cines la película de su libro), admitía públicamente que votaría por Trump.Para el 2021, ya se había postulado para Senador por Ohio por el Partido Republicano y desde ahí, su discurso sobre Trump ha cambiado. Incluso, ha pedido públicamente perdón por lo dicho anteriormente: “Dije esas cosas críticas y me arrepiento, y lamento haberme equivocado con ese tipo”, aclaró en Fox News.

Otra de las cosas que también me llama la atención es revisar, al menos a partir de sus declaraciones, cómo su catolicismo podría permear sus decisiones políticas. Al respecto, él ha declarado que su visión política se inspira en la Doctrina Social de la Iglesia y en San Agustín.

“Agustín me mostró de manera conmovedora que la mentira según la cual hay que ser estúpido para ser cristiano, en la que creí durante gran parte de mi vida, era falsa” dijo en una entrevista del 2019 donde parecería muy cercano al comunitarismo.

Lo que sí podríamos afirmar con cierta certeza, es que Vance es de la generación de católicos que en la vida política se identifican como “postliberales”. En efecto, en ese sentido, Vance mantiene un contacto muy cercano con pensadores católicos como el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Notre Dame, Patrick J. Deneen, autor de los libros traducidos al español “¿Por qué ha fracasado el liberalismo?” (Rialp, 2018) y “Cambio de régimen: Hacia un futuro posliberal” (Homo Legens, 2024) suscribiendo públicamente muchas de sus tesis.

Esta posición crítica con el liberalismo, es quizás el más novedoso viraje en el pensamiento político de no pocos católicos y cristianos en general dentro de las filas republicanas, ahora, mucho más visibles con Vance en carrera. Este tipo de catolicismo en lo político, sostiene que el liberalismo ha devenido en el fomento de un individualismo a ultranza que solo puede ser sostenido por un Estado totalitario. En ese sentido, para Vance, el Estado norteamericano se encuentra a merced de un capitalismo corporativo global que va fraccionando toda la sociedad y que, haciendo uso de las nuevas tecnologías, polarizan y embrutecen.

La salida sería limitar los alcances prácticos de dicho liberalismo en pos de recuperar tres estamentos sociales como contrapeso al Estado: la tradición, la religión y la familia. No obstante, aun quedan ciertas dudas por otras declaraciones de Vance, donde señala estar a favor de nuevas regulaciones migratorias y en contra de muchas de las regulaciones ambientales y de posesión de armas, además de situarse a favor del uso de la píldora del día siguiente, por lo que falta saber cuáles serían los alcances o límites reales de sus posturas.

El tiempo lo revelará.

Aldo Llanos
30 de agosto del 2024

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