Manuel Gago
Forsyth y el salto al vacío
El elector es considerado una pieza dúctil y moldeable

Frente a otras candidaturas presidenciales para el proceso electoral del próximo año, la de George Forsyth (ex alcalde de La Victoria) representa un salto al vacío. Si el elector peruano elige otra vez de manera equivocada se agudizará la caída de la inversión privada y el consiguiente incremento de la pobreza y desempleo. Asimismo, continuará el avance del socialismo en la administración pública y las manifestaciones ciudadanas contra la empresa privada y el mercado libre. La elección del 2021 es, entonces, crucial para la viabilidad del país.
Las consecuencias de las elecciones equivocadas las vive el país entero. En Arequipa, por el gobernador comunista Elmer Cáceres, están detenidas las inversiones minería (Tía María) y en regadío para la agricultura a gran escala (Majes Siguas II. En Lima, la elección de Susana Villarán como alcaldesa fue el gran salto al vacío de los capitalinos. Por doña Susana –el buque insignia de la progresía local– el proceso de modernización del transporte público se detuvo (el corredor rojo y otras líneas de autobuses).
El salto al vacío en proporciones mayores a nivel nacional sucederá de la misma forma como se eligió al actual Congreso de la República: digitado por las encuestadoras y por un presidente de la República interesado en la confrontación para distraer a los peruanos y ocultar las investigaciones sobre su gestión como presidente regional de Moquegua. Después de los quinquenios perdidos con Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski (PPK) y Martín Vizcarra, los peruanos no estamos para experimentos políticos con altas probabilidades de fracaso. El cuento del gas barato y el estribillo “agua sí, oro no” le funcionaron a Humala. El mal menor se volvió a imponer con PPK, ambos apoyados por Mario Vargas Llosa, garante de todos los fracasos nacionales.
En los últimos 10 años los gastos del Ejecutivo en publicidad, asesorías y consultorías se han incrementado. El número de trabajadores estatales se elevó de 891,000 en 1999 a cerca de 1.4 millones en 2020. Por esto, el presupuesto nacional no alcanza para las obras reclamadas por la población. Los privilegios de los funcionarios públicos no tienen límite: más de 14 sueldos al año, ropa de labores, horas extras de “trabajo”, gratificaciones, aguinaldos e innumerables beneficios. El dinero para más colegios, hospitales, puentes, carreteras, redes de electricidad, sistemas de saneamiento y otras obras e intervenciones es consumido por la burocracia y los programas sociales sin resultados.
Según las encuestadoras, Forsyth es el favorito para las próximas elecciones presidenciales. El ex arquero de Alianza Lima es parte de una progresía local que penetró el Partido Popular Cristiano (PPC) del insigne Luis Bedoya Reyes y Restauración Nacional (RN) del pastor evangélico Humberto Lay. Lo señalamos en varias oportunidades: el socialismo está presente hasta en las iglesias cristianas más fundamentalistas. La tarea principal del presidente de la República es promover la economía para resolver los problemas sustantivos que afectan al país. Los problemas nacionales son mayores frente a los relatos simplones del género y la inclusión.
Forsyth es políticamente correcto, de los buenitos de la sociedad de bienestar y del Estado gastando en maquillajes. El candidato estuvo del lado de Villarán durante el proceso de revocatoria de la alcaldesa. Fue parte de la troupe de una supuesta cultura viva y comunitaria integrada por la Charito de la tele, grafiteros, muralistas, artistas urbanos y folclóricos, y el arquero cool. Hoy los vecinos de La Victoria ven abandonado el ornato de su ciudad, la tarea principal de la autoridad edil. La gestión del arquero culpa de sus fracasos a las gestiones anteriores y a la Municipalidad de Lima. La misma reacción del peruano promedio evadiendo responsabilidades. El emporio comercial Gamarra está pasando por su peor momento, por los protocolos intervencionistas inventados contra el coronavirus. La Parada y alrededores no han cambiado, son lo mismo de antes de Forsyth.
En cada proceso electoral, los peruanos son embaucados por ciertas encuestadoras y medios. Para ellos, usted es una pieza dúctil y moldeable, nada más.
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