Cesar Peñaranda
Es necesario incrementar la productividad
Para reducir la pobreza, la informalidad y la inequidad
El Premio Nobel de Economía del año 2008, Paul Krugman, decía que “la productividad no lo es todo, pero en el largo plazo es casi todo”. Por su parte, economistas de la talla de Baumol, Blackman y Wolff afirmaban que “se puede decir, sin que sea una exageración, que en el largo plazo probablemente nada es tan importante para el bienestar económico como la tasa de crecimiento de la productividad”. Estos economistas se referían más en concreto a la productividad total de factores (PTF), entendida como aquella que explica la contribución que hacen al crecimiento de la producción todos los elementos que directa o indirectamente intervienen en el proceso, con excepción de aquella que puede atribuirse al aumento del empleo y el capital físico.
Precisamente, si se analiza la evolución de la economía las últimas cinco décadas se comprueba que cuando la PTF decrece, como se da en promedio en las décadas del setenta y ochenta, el producto interno bruto (PIB) crece poco o decrece como se constata en los setenta y ochenta, respectivamente. Por el contrario, cuando ella crece como en la década de los noventa y en especial del 2000, los resultados en términos del PIB son positivos e incluso significativos. Lamentablemente la PTF decrece desde el inicio de la década del 2011, en particular desde el 2014, lo que explica en gran medida el limitado crecimiento del PIB y que continúa en el trienio 2021-2023. Por ello, así como se calificó a los ochenta como la década perdida, igual en mi opinión se da para la década 2014-2023.
La evolución de este indicador (PTF), y con él la del PIB, es fundamental para precisamente aspirar disminuir progresivamente tres de los críticos problemas que enfrenta el país como son la pobreza, la informalidad e inequidad, los que luego de ir reduciéndose en la década del 90 y 2000, resaltando en especial la significativa caída de la pobreza, empezaron a ralentizarse en la del 2011 y retroceder en la actual década del 2021. Así, en números gruesos la pobreza de comprender al 20% de la población el 2019 hoy se acerca al 30%, mientras la informalidad laboral y de las micro y pequeñas empresas (mypes) involucra al 80% de los trabajadores y alrededor del 90% de las mypes.
En cuanto a la inequidad ha estado reduciéndose en términos del coeficiente Gini, que mide la distribución del ingreso (0 equidad plena y 100 total inequidad), que pasó de 45.6 en 1985 a 41.5 el 2019, para subir a 49.1 el 2020. A la par, la inequidad intergeneracional, que explica cuán factible es que una persona supere y salga del estrato social donde se ubica al nacer. Hubo una evolución favorable desde inicio del presente siglo hasta alrededor del 2013, al facilitar al pobre pasar a vulnerable y a este último integrar la clase media, que subió en casi 30 puntos porcentuales. pero luego involucionó, pues según un estudio y cálculo respecto del tema intergeneracional realizado por Miles Corak el 2016, el Perú ocupa el último lugar en la muestra de países analizados. Es decir, el que nace pobre al parecer morirá como tal.
¿Qué hacer entonces para lograr un crecimiento sostenido de la PTF? De conformidad con la definición de la PTF, corresponde agrupar en grandes categorías a todos los elementos que la afectan para determinar en qué situación están y qué ajustes, acciones o reformas efectuar. Distingo dos categorías genéricas y cuatro específicas; la primera genérica, que califico como los cimientos del crecimiento, conlleva dos específicas que son los fundamentos macroeconómicos y las instituciones. La segunda genérica, que titulo los motores del crecimiento, incorpora dos específicas como son la inversión y las reformas estructurales. Con los fundamentos macroeconómicos se busca preservar la estabilidad económica con base en adecuada política monetaria y cambiaria (BCR), a la par con la fiscal y tributaria (MEF); las instituciones comprenden velar por el imperio de la ley, la estabilidad jurídica, el respeto a la propiedad privada y los derechos de autor, asegurar la universalidad, transparencia y oportunidad de la información y garantizar la libertad de los agentes económicos para actuar e interactuar sujetos por cierto a las normas legales y éticas.
En cuanto a la inversión y las reformas estructurales, en el primer caso lo sustantivo es garantizar un ambiente de negocios favorable para viabilizar los capitales para proyectos nuevos de producción o ampliación de capacidad productiva, así como de infraestructura en general, incluyendo los servicios básicos de salud y educación; mientras que en el segundo caso se trata de realizar las llamadas reformas de segunda generación, como son la reforma del estado (poder ejecutivo, legislativo y judicial), la del capital humano que comprende la salud y educación, la reforma pro innovación, ciencia, tecnología y digitalización total, la laboral y de pensiones, así como la tributaria, por mencionar las más relevantes.
Este enfoque integral pro incremento de la PTF, que se constituye en una estrategia de crecimiento, asegura generar empleo formal y por tanto bajar y eventualmente desaparecer la pobreza pues al final esta es un problema de carencia o insuficiencia de ingresos; garantiza reducir significativamente la informalidad laboral y empresarial al aumentar la productividad de ambas, incrementar competitividad y maximizar sus rendimientos; y, propende a la equidad en la distribución de oportunidades, de ingresos e intergeneracional.
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