¿Eres o te haces?

Interrogante bastante conocida que se utiliza por lo general cuando frente a una situación o problema evidente, la persona con la que se comparte una conversación, busca ingenuos e inocentes pretextos para no aceptar realidades indiscutibles, con el claro propósito de avalar hechos o conductas de terceros sea por familiaridad, parentesco y lo que es peor por razones oscuras. 

Es el caso de lo que ocurre en la actual coyuntura política, mientras el país transita con rumbo o dirección al despeñadero, lamentablemente surgen cómodas voces de quienes disfrazados con ropaje izquierdista y añorando un matrimonio negado con quienes gobiernan, expresan sus lamentos repitiéndose para sí el añejo y exitoso bolero cantado por Lucho Barrios “Rondando tu esquina” que en sus estrofas dice: Esta noche tengo ganas de buscarla/ de borrar lo que ha pasado y perdonarla/ ya no me importa el qué dirán/ ni de las cosas que hablarán/ total la gente siempre habla/ yo no pienso más que en ella a toda hora/ es terrible esta pasión devoradora/… / qué me has dado vida mía/ que ando triste noche y día/ rondando siempre tu esquina/ mirando siempre tu casa…/. Apostando terca e insistentemente por ser convocados a compartir un pedacito de poder.

A pesar de ser conscientes que las protestas o desacuerdos con las acciones de gobierno no vienen a ser sino resultado tanto de la improvisación y desestabilización que propicia la actual administración, al igual que el aprovechamiento de su ubicación por algunos ministros o funcionarios; y alejándose de la verdad como resultado de su endeblez doctrinal, recurren en una especie de “masoquismo ideológico” al atrincheramiento en el autoengaño, intentando desviar la mirada de los verdaderos responsables recurriendo a ciertas afirmaciones como: está surgiendo una corriente ultraderechista, fascista y violentista que no deja trabajar a Pedro; que congresistas de bancadas opositoras quieren generar caos incitando a la población a la realización de acciones de desestabilización; que todos los peruanos necesitan trabajar y no entienden por qué tanto ruido sobre el concurso de ingreso al magisterio, si siempre la prueba o examen se ha filtrado; que los 20,000 dólares encontrados por fiscalía en los servicios higiénicos del Secretario General de Palacio de Gobierno, pudo haber sido puesto por enemigos del presidente…

Sabemos que el autoengaño ocurre en aquellas situaciones en las que nos convencemos a nosotros mismos de una realidad que es falsa, haciéndolo de manera inconsciente; pero en este caso por tratarse de personajes con demasiada experiencia en el transcurrir político, constituye un comportamiento alejado de valores que al negar la realidad y tratarse de “toques de puerta” al partido de Gobierno por migajas de poder, manifiesta irrespeto a los ciudadanos, cuestión que no debemos dejar pasar. 

Las circunstancias convocan a los ciudadanos al margen de diferencias ideo-políticas a rescatar conductas responsables para vivir armoniosamente en colectividad; demanda practicar valores morales a fin de evitar el acrecentamiento del mal poniendo un alto al aprovechamiento individual del bien común, así como al incremento de la corrupción. Entendiendo que, en tiempos de engaño bregar por la verdad es un acto renovador y asumiendo la afirmación de Gandi “el silencio se convierte en cobardía cuando la ocasión exige hablar toda la verdad y actuar en consecuencia”, es hora de enrostrar a los bufones del oportunismo su falacia preguntándoles: ¿eres o te haces?