De Billinghurst a López Aliaga

No obstante el silencio informativo que ejerce la prensa con relación a las obras que lleva a cabo la Municipalidad de Lima, presidida por el alcalde Rafael López Aliaga, estas obras están obteniendo el reconocimiento y respaldo ciudadano a la gestión de la comuna metropolitana.

Sucede que Lopez Aliaga, el popular “Porky”, sigue incrementando su respaldo popular, principalmente en los sectores D y E, ya sea porque retomó la construcción de las escaleras y pilones de agua para los vecinos que habitan en las alturas de los cerros que circundan la antigua Ciudad de Los Reyes, que se apresta a celebrar sus 490 años de fundación española. La aprobación se incrementa porque estas obras mejoran la calidad de vida. Además, porque el alcalde destina un porcentaje del presupuesto municipal para apoyar a la población más vulnerable de estos segmentos.

El inicio de las obras de ampliación de la Vía Expresa Sur, proyectada por el exalcalde Luis Bedoya Reyes, durmió el sueño de los justos durante cincuenta años, pero ahora está próxima a ser culminada. De esta manera, la población de los niveles socioeconómicos B y C también se verán beneficiados.

Como ha mencionado Rafael López Aliaga, el primer año de su gestión fue para poner la casa en orden, reducir el gasto corriente innecesario e incrementar los gastos en proyectos de inversión. Porky dijo: “No más consultorías innecesarias que nos digan qué es lo que Lima requiere.  Eso ya lo sabemos, solo hay que ponerse a trabajar”. Y todo indica que se lo ha tomado muy en serio.

En adición, Porky asumió el compromiso de dotar de motos tanto al serenazgo como a la Policía Nacional del Perú para el combate contra la inseguridad ciudadana. Del nuevo equipamiento, la PNP ya no tendrá de qué preocuparse porque el mantenimiento de estos vehículos ha sido incorporado en el contrato de compra. La función del Serenazgo y la Policía Nacional es velar por la seguridad y no por el mantenimiento de las herramientas que emplea para el cumplimiento de su labor.  Esto último es algo que durante muchos años fue discutido, pero nunca ejecutado.  La falta de decisión política, de voluntad para hacer las cosas en su oportunidad y como se debe han significado un gran retraso en el desarrollo de la capital y el país.

La construcción de infraestructura vial en Lima impactará favorablemente en la calidad de vida de los vecinos, porque en adelante –cuando las obras que ha propuesto la alcaldía hayan culminado– el tiempo de traslados, de un punto a otro de la ciudad, habrán disminuido significativamente.

Si López Aliaga logra culminar las obras o dejarlas encaminadas durante su período, el respaldo de la ciudadanía en todos los niveles socioeconómicos seguirá incrementándose; y quizás hasta resulten suficientes para lograr la presidencia de la república en el 2026. Guillermo Billingurst lo logró en el siglo XX, antes de ejercer la presidencia de la república ocupó la alcaldía de Lima, donde ejecutó un vasto plan de obras municipales que le valió el respaldo de sectores populares, por lo que fue llamado “Pan Grande”.

Parecería que el popular Porky está empleando la misma estrategia. Lo cierto es que el eslogan de “Lima potencia mundial” está convirtiéndose en una realidad.