#ConMisHijosNoTeMetas

Movimiento busca negarle derechos civiles para la comunidad LGBTI

El sábado miles de personas salieron a exigir que se retire del currículo nacional una supuesta ideología de género. Los organizadores pertenecen, en su mayoría, a iglesias evangélicas; pero no exclusivamente, pues a ellos se han plegado sectores conservadores de la sociedad peruana y la Iglesia católica. “El Estado busca homosexualizar a nuestros hijos”, “La homosexualidad es una aberración”, “A los homosexuales hay que pisarlos como langostas”, "Si encuentran dos mujeres teniendo sexo, maten a las dos, en el nombre de Jesús", son algunos de los argumentos. Ser homosexual no es una aberración, pero llamar a asesinar a ciudadanos LGBTI por el hecho de serlo sí lo es.

El enfoque de equidad de género incluido en el currículo nacional desde el 2006 busca cambiar las injusticias y desigualdades que enfrentamos las mujeres en el Perú, donde la violencia contra ellas es la norma. El Perú ocupa el tercer lugar en el mundo en incidencia de violencia sexual contra la mujer cuyo atacante es su pareja, después de Etiopía y Bangladesh (OMS). 51% de mujeres en Lima y 69% en Cusco han sufrido agresión física o sexual por su pareja (MIMP). La violencia se justifica sosteniendo que la mujer es la responsable porque lo buscó o lo permite. Pero es en realidad producto del control que busca ejercer un hombre sobre una mujer.

El 32% de las mujeres peruanas no tiene ingresos propios (INEI). Seis de cada diez niñas no terminan el colegio, como resultado de un embarazo temprano o por deberes domésticos, lo que limita su acceso a la educación, a un trabajo formal y sus posibilidades de escapar de la pobreza. Un 14.6% de las adolescentes están embarazadas o ya son madres. Cada año se denuncian 15,000 violaciones sexuales, y siete de cada diez víctimas son niñas y adolescentes. El 55% de las mujeres peruanas considera que la violencia física es el principal problema que deben enfrentar, y una de cada dos mujeres siente que las peruanas no están seguras dentro de su propia casa. Solo el 6% de los directores de empresas son mujeres (Gender Gap), tenemos solo una gobernadora (de un total de 24 gobernadores) y seis alcaldesas provinciales (de un total de 194). Solo uno de cada cuatro congresistas es mujer. Y como muestra Hugo Ñopo, a pesar del crecimiento de la economía y los salarios, por cada hora trabajada una mujer recibe en promedio 40% menos que un hombre por el mismo trabajo. Tiene razón la Ministra Martens cuando sostiene que esta realidad solo podremos cambiarla a través de la educación.

El currículo nacional promueve el respeto a todas las personas, sin importar el color de su piel, su condición socioeconómica, lugar de origen o el hecho de ser diferentes. Y es aquí donde está el problema. La preocupación de los padres por lo que creen que se les enseñará a sus hijos es genuina, y por lo mismo es importante llegar a ellos con información cierta y confiable. El móvil de los organizadores de la marcha es distinto. Ellos buscan impedir el avance de los derechos civiles para la comunidad LGBTI porque creen que si les enseñamos a los niños tolerancia, respeto a la diversidad y aceptación, tal vez un día se les reconozca finalmente la igualdad (a la que tiene derecho) ante la ley..  

Lo cierto es que José Castillo (15) fue asesinado en Trujillo por ser transgénero, Luis Enrique Ramírez (15) se suicidó por las constantes agresiones que sufría y un menor (12 años de edad) en Iquitos se suicidó después de ser castigado por su papá. En los dos últimos casos, por ser homosexuales. Todavia existen personas que creen que la homosexualidad es una enfermedad y que está impulsada por el mismo demonio. Esa es la ideología que hay que desterrar.

María Cecilia Villegas

Fotografía: Christian Quispe