Caída del empleo juvenil en Lima Metropolitana

Tradicionalmente uno de los temas de mayor debate en el ámbito académico, empresarial, de gremios sindicales y político en los países emergentes ha sido la problemática del empleo. Estando por finalizar la segunda década del siglo XXI, ese tema se mantiene vigente porque las tasas de desempleo son todavía muy altas, pese al crecimiento económico de muchos de estos países en las últimas décadas. Para efectos de analizar el problema voy a tomar como modelo el caso del empleo en Lima Metropolitana.

Entre febrero y abril, la población ocupada en Lima Metropolitana creció 0.4% frente al mismo periodo del año pasado; alcanzó los 4.87 millones de personas, según reportó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en su Informe técnico Situación del mercado laboral en Lima Metropolitana. Trimestre móvil febrero, marzo, abril 2019, de fecha 5 de mayo del 2019.

Por grupo de edad, el único que redujo su masa laboral en el trimestre móvil febrero-marzo-abril fue el de los jóvenes entre 14 y 24 años, y pasó de 954.100 a 845.200 personas. Con ello, la población ocupada de este sector disminuyó en 11.4% (108.900 personas). Las personas ocupadas entre 25 y 44 años (2.56 millones) aumentaron en 0.7% (16,500 personas); mientras que el grupo de mayores de 45 años (1.46 millones) subió 8.1% (110.200 personas) durante el trimestre móvil en mención.

Estos resultados son preocupantes. Definitivamente el crecimiento económico no garantiza el crecimiento del empleo, dado que ese crecimiento puede estar focalizado en sectores que generan ingresos, pero no necesariamente empleo. Queda claro que crecimiento económico no necesariamente implica desarrollo económico y generación de empleo en la población de un país.

En el caso específico de la caída del empleo juvenil en Lima Metropolitana, puede haber varias hipótesis, desde la ola migratoria de ciudadanos venezolanos hasta una desaceleración económica en determinados sectores que emplean mano de obra juvenil. Sin embargo, no podemos evitar la influencia de la gestión gubernamental, que luego de más de un año no ha logrado combatir con eficiencia y eficacia los tres principales problemas del país, como son la corrupción, la inseguridad ciudadana y las trabas burocráticas. Esto se agudiza por el difícil contexto económico y geopolítico externo, donde la guerra comercial entre Estados Unidos y China y las tensiones militares entre Estados Unidos y China, Rusia, Irán, Siria y Corea del Norte, son los factores más desestabilizadores y que influyen en la actividad empresarial.

En tal sentido, el Gobierno peruano, liderado por el presidente Martín Vizcarra Cornejo, tiene un gran reto para revertir o al menos atenuar esta agudización de la caída del empleo juvenil en Lima Metropolitana. Es necesario que tome medidas que generen confianza en los agentes económicos, a fin de que se promuevan las inversiones y se generen puestos de trabajo formales.

Entre estas medidas propongo, una lucha frontal e implacable contra la corrupción, la inseguridad ciudadana y las trabas burocráticas. También una mayor inversión en educación en la población, realizar cambios estructurales en muchas de las entidades del Estado (con ajustes no solo en los procesos, sino también en el recurso humano a todo nivel, empezando por el directivo, dando la oportunidad de ocupar cargos directivos a todos los trabajadores de las entidades, en base a una transparente y objetiva meritocracia), promover nuevas startups que ofrezcan productos y servicios innovadores con alto contenido tecnológico (y con proyección a mercados internacionales) que generen empleos de calidad, promover el teletrabajo y garantizar la estabilidad macroeconómica.