Martín Taype
Caída de nuestras exportaciones
Resulta indispensable reorientar nuestras exportaciones

Una vez más la caída de nuestras exportaciones genera preocupación en el país. Sin embargo, tenemos una gran limitación, debemos recordar que históricamente, y a la fecha, la base de las exportaciones peruanas son los productos tradicionales, y dentro de estos es la minería la que representa el mayor porcentaje de las exportaciones, lo que nos hace muy vulnerables a la dinámica de los precios internacionales de estos bienes.
Según reciente información publicada en El Semanario N° 982 del 3 de mayo del año en curso por la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú) y difundida por el diario El Comercio, entre enero y marzo de este año, las exportaciones peruanas sumaron US$ 10,753 millones, lo que significó una caída del 8% respecto del mismo periodo en 2018. Dicho resultado obedece, principalmente, al retroceso de las exportaciones tradicionales (-11,8%), particularmente de las mineras, debido a menores niveles de producción por la paralización temporal y el agotamiento de las reservas en algunas minas.
Por el contrario, las exportaciones no tradicionales se mantuvieron en terreno positivo (+2.5%), con un dinamismo sustentado en los mayores envíos de sectores estratégicos como el de agroexportación, añadió ComexPerú. Asimismo, durante el periodo analizado, China (US$ 3,212 millones, +7,9%) y Estados Unidos (US$ 1,308 millones, -35,7%) se consolidaron como nuestros principales mercados de destino, con un 30% y un 12% del total enviado, respectivamente.
Las exportaciones tradicionales, cuyo valor hacia marzo ascendió a US$ 7,552 millones, representaron el 70% de nuestras exportaciones, con lo que registran una caída, como consecuencia de un significativo retroceso de los envíos del sector minero.
Las exportaciones no tradicionales sumaron US$ 3,231 millones en los tres primeros meses del año, manteniendo la tendencia positiva retomada en 2016. Representaron un 30% de nuestros envíos totales, gracias al dinamismo de las agroexportaciones.
En tal sentido, es indispensable cambiar la mentalidad del Gobierno de turno, de la clase política y de la población, para superar de una vez la situación que nuestro país viene arrastrando desde inicios de la República. Tenemos que reorientar nuestras exportaciones. Para ello es indispensable que el actual Gobierno promueva la diversificación de nuestra oferta exportable, especialmente de productos no tradicionales y terminados, para no seguir dependiendo básicamente de las exportaciones de los minerales y otros productos primarios, que son la base actual de nuestras exportaciones y que son vulnerables a los vaivenes de los mercados internacionales, debido al difícil contexto económico y geopolítico en el que nos encontramos.
También es indispensable fomentar nuevos mercados, buscando nuevos socios comerciales para nuestra oferta exportable. Sin injerencia política ni exclusiones de ningún tipo, dado que en el mundo de los negocios, ante un panorama económico y geopolítico cada vez más complejo —en el que lo único constante es el cambio— no podemos darnos el lujo de marginar a potenciales compradores de nuestros productos.
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