APEC: pobreza y bolsón electoral

El Foro de Cooperación Económica del Asia-Pacífico (APEC) se reunirá por tercera vez en el Perú, del domingo 10 al sábado 16 de noviembre del presente año, Este foro está conformado por 21 economías entre las que se encuentran Australia, Canadá, China, Estados Unidos, Japón, México, Nueva Zelanda, Rusia, Singapur, Taiwán, Tailandia, Vietnam y el Perú.

La importancia de la APEC es que representa un espaldarazo a la continuidad de las políticas económicas que ha mantenido el Perú desde 1990. Los gobiernos de los principales países aceptaron congregarse en nuestro país para conocer los avances y desafíos que enfrenta. Si durante la reunión los inversionistas de las grandes economías del orbe consideran que el Perú es confiable, estable y seguro, decidirán invertir miles de millones de dólares en diversos proyectos que generarán empleo productivo y, por consiguiente, brindarán oportunidad de una vida digna a cientos o millones de ciudadanos en edad de trabajar que se encuentran desempleados o subempleados.

En la actualidad, estos cientos de miles o millones de potenciales trabajadores están descontentos por la situación que padecen y expresan su malestar desaprobando la gestión del gobierno.  Ese malestar, ciertamente justificado, es manipulado por las posiciones de izquierda o similares, que se presentarán con diferentes rótulos al próximo proceso electoral general del 2026. La manera que estas posiciones político ideológicas tienen de aprovecharse del descontento es “agudizar las contradicciones”, siguiendo el guion del panfleto leninista “¿Qué hacer?”. Por ese motivo, su principal objetivo político en el corto plazo es boicotear el APEC. Demostrar que el Perú es todo lo contrario a lo que promueven sus países miembros.

La razón fundamental es que si llegan más inversiones el Perú, el bolsón electoral de las izquierdas y demás populismos se desvanece. Como decía el ex presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO): “Es un tema de estrategia política, si sacamos a los pobres de la pobreza dejan de votar por nosotros. Se vuelven de derecha”. En lo que podemos coincidir es que fue honesto en la primera parte de su sentencia; en otras palabras, a los políticos que dicen ser de izquierda les conviene que haya pobres. Y si aumenta la pobreza es mejor para ellos, porque quedarán al servicio del Estado omnipotente que anulará o reprimirá cualquier iniciativa de sus ciudadanos. 

No obstante, AMLO se equivoca cuando afirma que quienes dejaron de ser pobres se vuelven de derecha.  Los pobres no son de izquierda ni de derecha, los pobres tienen aspiraciones legítimas de mejorar su calidad de vida, de convertirse en agentes de cambio de su propio destino, de ser personas autónomas que no dependan de ningún dirigente político que lance promesas al viento. Quienes logran abandonar su situación de pobreza saben que fue posible gracias a que el estado dejó de arrebatarles el fruto de su trabajo manteniendo el valor constante de la moneda, minimizando la inflación a su mínima expresión. Esto les permite acumular el fruto de su trabajo y luego invertirlo en sus emprendimientos, sea en su propia formación, o en su vivienda o en lo que a ellos les plazca. 

Que nos quede claro: la APEC representa la oportunidad de reducir la pobreza, por eso debemos mostrar la mejor cara del Perú. Una tregua en los legítimos conflictos sociales se hace necesaria en los próximos días.