Guillermo Vidalón
Agenda para ejecutar (2)
Aeropuerto internacional, carreteras y agua potable

Las circunstancias en que se desenvuelve la política peruana han generado que la administración gubernamental asuma tanto la responsabilidad ejecutiva como la legislativa durante el período que resta hasta la elección y asunción de cargo de los nuevos parlamentarios. En ese sentido, esta ventana de oportunidades debería permitirle al Gobierno replantearse muchas de las cosas.
Sobre el particular, la semana pasada propusimos generar incentivos para que la ciudadanía exija la emisión electrónica de su comprobante de pago por cada compra que realice, implementar el monitoreo electrónico de los pacientes de Essalud y del Ministerio de Salud, y contemplar la instalación de un número importante de cámaras de video-vigilancia con sensores para interpretar movimientos sospechosos de la delincuencia y disuadir conductas inadecuadas en instituciones como el Poder Judicial y la fiscalía. Objetivos: combatir la corrupción y la inseguridad ciudadana, incrementar la recaudación, detectar la informalidad para apoyar el proceso de formalización e incrementar la productividad para que el empleo generado mejore y los trabajadores puedan acceder a mayores beneficios.
Esta semana queremos compartir otras inquietudes. Primero, cabe preguntarse si resulta razonable construir la pista dos del aeropuerto Jorge Chávez en una ubicación más próxima al mar, cuando se espera un sismo de magnitud 8.5 grados en la capital tras el silencio sísmico de más de 45 años. ¿Existen medidas de contingencia para mitigar el impacto de un tsunami sobre dichas instalaciones? Por otro lado, frente a Lima se ubica la isla San Lorenzo, cuya longitud es de 6 km y su ancho 2.5 km, su altura de 250 metros sobre el nivel del mar y la distancia desde la costa hacia ella es de 3.5 km. Se puede construir sobre esta ventaja natural varias instalacione: un aeropuerto, un puerto, un puente que la comunique con la costa. El traslado de pasajeros podría hacerse en ferry desde diferentes puntos de la ciudad, disminuyendo el congestionamiento vehicular.
Segundo, ¿sabían que existen cinco centrales hidroeléctricas a lo largo de la cuenca del río Rímac? Sí, efectivamente, captan agua limpia de la parte alta del río Rímac y, a la altura de Huampaní, la devuelven al cauce del río. Dicha agua podría ir directamente a la planta de potabilización de La Atarjea. ¿Qué se requiere? La construcción de un túnel, al cual se le podría instalar equipos de generación eléctrica en diversas etapas de su recorrido. Tiempo atrás, el Ing. Raúl Delgado Sayán formuló esta propuesta, que podría financiarse con la venta de la energía. Otra de las ventajas es que el agua que bebe Lima requeriría menos químicos para su potabilización, por lo que contribuirá a disminuir el costo operativo. Adicionalmente, la roca extraída puede ser empleada en la construcción de defensas ribereñas.
Tercero. Se ha hecho público que se formulará el expediente técnico de una carretera alterna a la Central. Sobre el particular, el tren central propuso la construcción de un túnel de 21 km que permitiría disminuir de siete a cuatro horas el tráfico entre Huancayo y Chosica, porque desde Chosica al puerto del Callao demanda casi tres horas adicionales a los transportistas de carga. Si se emplease tuneladoras de 18 metros de diámetro, el túnel podría ser empleado tanto para el tránsito del ferrocarril como carretera alterna, construir un canal cerrado en su interior para conducir agua del río Rímac (sin que este sea más impactado por la acción humana), generar más energía y contar con una nueva cantera para las defensas.
Ganaríamos en productividad al disminuir los costos logísticos, actuaríamos con mayor previsibilidad, el riesgo de interrupciones de la vía por la acción de deslizamientos de tierra con el consiguiente riesgo de pérdida de vidas humanas caería significativamente.
COMENTARIOS