A tres años del intento de golpe de Pedro Castillo

Ayer, domingo 7 de diciembre, se cumplieron tres años del golpe de Estado perpetrado por el entonces mandatario Pedro Castillo. Felizmente, para los demócratas peruanos, que espero seamos la mayoría silenciosa, no prosperó gracias a la oportuna reacción del Parlamento. Tan criticado por quienes desprecian el voto popular, en ese momento estuvo a la altura de la circunstancia, y además las Fuerzas Armadas y Policiales no se prestaron al plan golpista del hoy preso Castillo Terrones. Es evidente que el vacado expresidente no actuó solo. Este plan tuvo dos aliados cercanos, los dos últimos presidentes del Consejo de Ministros, los abogados Aníbal Torres y Betssy Chávez, esta última hoy refugiada en la embajada de México.

Lo cierto es que, si el golpe de Castillo y compañía hubiera funcionado, el Perú habría tomado la senda del modelo agotado de la Cuba de Díaz Canel, la Nicaragua de Ortega y su esposa Murillo, y la Venezuela de Maduro. Felizmente, Castillo fue tan incapaz y corrupto que este plan fracasó, de lo contrario otra habría sido la historia del Perú en diciembre de 2025.

Con base en lo señalado, vale recordar que el Ministerio Público, por los delitos de abuso de autoridad, grave perturbación a la tranquilidad y rebelión, ha pedido 34 años de prisión para el vacado Castillo. En cambio, para la prófuga y refugiada ilegal Chávez ha solicitado 25 años de prisión, igual que para el entonces ministro del Interior Willy Huertas y los oficiales policiales Lozada y Venero. Finalmente, la Fiscalía ha pedido 15 años de prisión para Torres Vásquez, el penúltimo presidente del Consejo de Ministros, pero la Sala Penal Especial de la Corte Suprema, de manera notoriamente benevolente, ha sentenciado al golpista Castillo a 11 años, 5 meses y 15 días de prisión efectiva. La misma pena recayó sobre la fugitiva Chávez Chino, mientras que Torres fue sentenciado a 6 años y 8 meses y el exministro Huerta recibió 11 años y 5 meses de prisión suspendida.

A modo de conclusión, consideramos que los golpistas del 7 de diciembre de 2022 no deben tener perdón ni olvido, porque un hecho como el analizado debe ser castigado con prisión efectiva por intentar quebrantar el imperio de la ley en el Perú. Desde nuestro punto de vista, la Sala de la Corte Suprema ha sido benevolente con Castillo y su núcleo duro, Chávez, Torres y Huerta, quienes debieron recibir más de dos décadas de prisión.